Antes solo sus SS MM los Reyes Magos de Oriente, eran los encargados de traer los regalos a niños y mayores, en nuestras casas de Antequera, pero de un tiempo a esta parte se ha sumado Papá Noel, que también llega a nuestros hogares cargado de regalos.
La excusa de que los niños tienen más tiempo para disfrutar de sus juguetes, ha sido la más valorada para que Santa Claus aterrice cada vez con más fuerza, y quizá en este 2018 se pueda argumentar que para que no haya mayorías absolutas, está bien que entre los de Oriente y el del Polo Norte, lleguen a un consenso para acertar siempre con los más adecuados presentes.
Si el consenso al final es posible, aquí relaciono los “detalles” que le irían muy bien a nuestra siempre amada ciudad. En primer lugar me gustaría que cayese una agradecida lluvia de serenidad, que la crispación que se masca en el ambiente, cada vez que vemos y oímos que alguien no opina como nosotros, se empape de tolerancia, de empatía y de ponerse en el lugar del de enfrente.
Una vez mojadas las calles pediría: Conductores cívicos, propietarios de mascotas responsables, que se conviertan en dobladores los tiradores de cartón a los contenedores, que el Consistorio coloque las marquesinas para el bus urbano y que circule todos los días, un auditorio, carteles en nuestros monumentos, árboles y sombras en el centro de la ciudad, que se exponga la maqueta de Capella… ¡ah! y una megafonía nueva para el Argüelles… ¡Gracias, siempre!