Terminamos esta semana con la historia del V Conde de la Camorra, Francisco de Paula Pareja Obregón.
Francisco de Paula Pareja Obregón, que antes de la muerte de su hermano Luis María, el IV Conde, había regresado de Córdoba donde residía, vivió en Antequera hasta 1862,y aquí ejerció la Tenencia de Alcaldía en las sucesivas renovaciones consistoriales llevadas a cabo en los años los 1857 y 1858.
Sin embargo, debió marcharse de la ciudad en 1862, pues así lo expresaba posteriormente, él mismo, en un escrito de fecha catorce de febrero de 1866, dirigido al ayuntamiento, en el que solicitaba la exención de la cuota del repartimiento de consumos que le correspondía desde el año 1862,al no ser residente desde entonces en la ciudad.
A finales del año 1866, la Reina Isabel II, ordenó restablecer la Alcaldía-Corregimiento en Antequera y nombró Alcalde-Corregidor de la ciudad, el 7 de diciembre de ese año, al Conde de la Camorra Francisco de Paula Pareja, cargo que desempeñaría también al año siguiente.
Sería, durante este Corregimiento, cuando el concejal Gaspar Carrasco Luque, en enero de 1867, haciéndose eco de la inseguridad en el campo, presentó una moción proponiendo, en base a hechos graves ocurridos, la nueva creación de la Guardia Municipal Rural, (había sido suprimida en agosto de 1866) alegando que desde que se suprimió ésta, habían aumentado los hurtos en el campo y elevado la criminalidad, como lo demostraba “el hecho ocurrido la noche anterior en la huerta de Cuenca, donde varios hombres dieron muerte alevosa a una persona e hirieron a otra”.
El Ayuntamiento tomó en consideración la moción, pero la situación financiera del mismo no permitió abordar en esos momentos una nueva creación de la Guardia Municipal Rural. Consciente de ello, el Conde, a primeros de febrero, solicitó al Gobernador el aumento de la Guardia Civil, reiterándole la grave situación de delincuencia que atenazaba la zona rural y las razones económicas que le impedían afrontar la financiación de la Guardia Municipal Rural.
Acueducto de la Magdalena
También, durante el mandato del V Conde de la Camorra, en marzo de 1867, se dictó una resolución dando publicidad a una Instrucción para el mantenimiento y conservación de la cañería de agua desde la Magdalena a la ciudad, los guardas que se dedicarían a la vigilancia del recorrido, cómo deberían limpiarse las arquetas, el maestro fontanero encargado de las reparaciones y otros aspectos relacionados con la conducción del agua, a la par que se recepcionaron las obras ejecutadas por el contratista, Augusto Ruiz de la Herrán, obras que habían sido dirigidas por el arquitecto provincial e Inspector de las mismas, Juan Nepomuceno de Ávila y Bermúdez de Castro.
Cese del Conde de la Camorra
En octubre de 1867, por decisión de la Reina, cesa como Alcalde-Corregidor de Antequera, el Conde de la Camorra y le sustituye en la presidencia del Ayuntamiento, Félix de Arce y Berrospe.
En estas fechas, a la inseguridad originada por la delincuencia en la ciudad y en su término municipal, se unieron las alteraciones de orden público provocadas por sujetos afectos a las facciones más radicales del liberalismo, que van preparando ya la Revolución de 1868.
Son muy activas las acciones de apoyo a movimientos revolucionarios en la ciudad y poblaciones limítrofes, por parte de los hermanos José Antonio, Francisco Joaquín y Manuel María Aguilar. De ellos se solicita información por el Juzgado, al instruir una causa que se les sigue por supuesta conspiración para la alteración del orden público ocurrida en la noche del 31 de julio de ese año.
Francisco de Paula Pareja, Corregidor de Málaga
Cesado en el Corregimiento de Antequera, el Conde de la Camorra, fue nombrado por la Reina, en enero de 1868, Alcalde-Corregidor de Málaga, cargo en el que le sorprendería la llamada Revolución “Gloriosa” de ese año y que ejercería hasta noviembre de 1868.
Significar que, en atención a ese escaso año de actividad política, la ciudad de Málaga le reconoció su meritoria actuación, incluyendo su nombre en el callejero de la capital.
En atención a esto, hay que decir que no sucedió lo mismo en Antequera respecto a ninguno de los Condes de la Camorra, cuya intensas y, al tiempo, extensas vidas públicas han sido relatadas, en especial la del IV Conde, Luis María Pareja, siete veces alcalde de la ciudad y representante de las ideas liberales e innovadoras de la época.
Todo quedó en la nebulosa del olvido, sin que haya parecido que la actividad pública, en pro del común, desarrollada por los mismos,fuera mérito suficiente para que el apellido Pareja-Obregón, figure en el callejero antequerano, cosa que por otro lado, sí ha logrado un adversario político de Luis María Pareja, que entonces fue calificado y ahora también lo sería, de anticonstitucional, absolutista, carlista y antiliberal.“Cosas veredes Sancho”.
De otra parte, añadir, que, aun ejerciendo el Corregimiento en la capital malagueña, el V Conde prosiguió con su relación especial con Antequera, así en febrero de 1868, comunicaba al Ayuntamiento, que había sido nombrado por la Reina, para representarla en la presidencia de los actos de la Archicofradía de Jesús de esta ciudad.
A partir de su cese como Alcalde-Corregidor de Málaga, no se conocen más actividades políticas del Conde.
En abril de 1875, restaurada ya la Monarquía, Francisco de Paula Pareja, comunicó que S.M. el Rey Alfonso XII, se había dignado a aceptar el cargo de Hermano Mayor y Protector de la Real Archicofradía del Dulcísimo Nombre de Jesús y le nombraba a él, para representarle en los actos oficiales.
Sería a partir de ahí, cuando uno de sus hijos, Juan de Dios Pareja Obregón y Aguayo, continuaría la afición familiar a la actividad pública y a la política local desarrollada por sus antecesores.
Este hijo y sucesor, una vez finalizado el sexenio democrático, se integraría en la Corporación Municipal bajo la alcaldía de Eduardo Fernández de Rodas en 1875, como Teniente de Alcalde, cargo que continuaría ejerciendo en las corporaciones de los años 1877, 1878 y 1879 con el alcalde, Francisco Guerrero Muñoz. En ese año de 1879, el Papa León XIII, le concedió la Gran Cruz de San Gregorio Magno y fue nombrado gentil hombre de Cámara por el Rey Alfonso XII.
En 1880 y 1881 continuó Juan de Dios Pareja, como Teniente de Alcalde en las Corporaciones presididas por Francisco Guerrero Muñoz y luego en la 1882 con el nuevo alcalde, Agustín Muñoz y Rubio.
En estas fechas hay que reseñar un hecho accidental y luctuoso que tuvo gran trascendencia en Antequera, como lo fue, el hundimientode la Plaza de Abastos que se construía en diciembre de 1881. Se nombró por el ayuntamiento una comisión a fin de que se adquiriesen los datos y antecedentes necesarios para la distribución de socorros a las víctimas del hundimiento.
Juan de Dios Pareja Obregón y Aguayo, alcalde de Antequera
En julio de 1883, tras las elecciones celebradas ese año, conseguiría la alcaldía antequerana, Juan de Dios Pareja Obregón y Aguayo, cargo que ejerció hasta la primera mitad de 1885, a partir de la cual prosiguió como regidor, en la corporación dirigida por el alcalde, Rafael González Anleo.
Es de reseñar durante este mandato, el brote de cólera producido en el verano de 1885, que desapareció tras la toma de medidas sanitarias a primeros de octubre, y la finalización de las obras ejecutadas en la construcción de la Plaza de Abastos, en el mes de enero siguiente.
Por último, en 1894, casi a finales de siglo, tras renovarse el ayuntamiento con Francisco Guerrero Muñoz, de nuevo en la alcaldía, volvió a ser teniente de alcalde, Juan de Dios Pareja Obregón y Aguayo.
A partir de ahí, habría que esperar a febrero de 1955, para que otro miembro de la familia, Luis Moreno Pareja Obregón, ocupase la alcaldía de Antequera, cargo que ostentó por espacio de diez años.
Los nombres de los Condes de la Camorra, a partir del V, fueron:
VI, Francisco de Paula Pareja Obregón y Aguayo.
VII, Juan de Dios Pareja Obregón y Moreno de Villena.
VIII, Juan de Dios Pareja Obregón y Sartorius.
IX, Román Joaquín Pareja Obregón y Posse.
En la actualidad, es el X Conde de la Camorra, Juan de Dios Pareja Obregón y Ruano, residente en Cáceres, el que ostenta este título nobiliario, y desde el VI, todos ellos han residido fuera de Antequera, no constando en los Archivos de la ciudad, datos biográficos de interés sobre los mismos.