La fibromialgia es una patología de reciente descubrimiento, aunque no lo parezca en la actualidad presenta una gran incidencia en la población. Afecta principalmente a mujeres menores de 50 años, es un trastorno crónico que aparece poco a poco.
Realmente hoy en día se considera a la fibromialgia un síndrome, de origen desconocido y que produce un intenso dolor en las articulaciones, los tendones, los músculos y los tejidos blandos. La fibromialgia podría estar producida por algún tipo de infección, también podría ser el resultado de una enfermedad autoinmune, en verdad no se sabe. Lo que sí se sabe es que la fibromialgia tiene un origen neurológico, afecta al sistema nervioso central, está muy relacionada con los estados depresivos, crisis de ansiedad, alteraciones del sueño y traumas emocionales.
La vida de una persona con fibromialgia es un auténtico calvario, sienten dolor en el cuello, los hombros, los codos, las muñecas, las caderas, las rodillas y los tobillos, prácticamente en todo su cuerpo. También sufren migrañas, hormigueo en manos y pies, tienen problemas con la memoria y para poder concentrarse. Normalmente estos pacientes se levantan por las mañanas con rigidez articular, fatigados y abrumados por el dolor.
El diagnóstico de fibromialgia no es fácil, de momento no existe ninguna prueba específica para diagnosticar esta enfermedad. Es importante descartar otras patologías que pudieran tener síntomas parecidos. El tratamiento farmacológico va encaminado a paliar los síntomas, probablemente pasará bastante tiempo hasta que se disponga de un tratamiento que cure la fibromialgia. Se utilizan fármacos analgésicos, antinflamatorios, antidepresivos, relajantes musculares, anticonvulsivos y ansiolíticos, entre otros. En este tratamiento también juega un papel muy importante la visita al fisioterapeuta y al psicólogo.
Para terminar, hoy quiero animar a todas aquellas personas que ha menguado recientemente un poco su salud, piensen que con el apoyo de sus seres queridos podrán superar cualquier adversidad.
