Muchas gracias a todas las mujeres que han echo posible y han apostado por seguir con la tradicional cena de la mujer.
A todas y cada una de nosotras nos une algo en común: ser mujer. Gracias a mujeres que tuvieron un par de ovarios para luchar; algunas en silencio y otras alzando la voz e incluso llegando a perder su vida por ello, hoy por hoy tenemos igualdades y derechos que años atrás hubiese sido impensables para nuestras abuelas.
No quiero caer en extremismos y creo que por encima de todo la igualdad, el respeto a la libertad y el amor es la bandera que debería reinar en todos los aspectos de la vida. Si esto se respetase, las mujeres (no sé si a las víctimas de la ola de violencia machista en la que muchas han perdido la vida en manos de sus parejas como mujeres), no podemos caer en el error de olvidar lo que antaño no teníamos, ni permitir que nos impongan leyes que regulen nuestra voluntad sobre nuestro cuerpo y decisiones.
Sabed que somos todas y cada una de nosotras hermosas de inteligencia, hermosas en dignidad y hermosas en amor, carismáticas y pilares fuerte de nuestro entorno familiar y social por lo que debemos querernos y mimarnos, respetar y que se nos respeten, somos el pilar de la vida y de hecho damos vida… por ello porque nos lo merecemos y por mucho más orgullosa de ser mujer tenemos mucho que celebrar.
MARÍA ÁNGELES OJEDA SILES