Fue un encuentro más sereno, pero no por ello menos ilusionante. Manolo sigue igual de esperanzado que la primera vez que se puso al frente de los antequeranos. Ya han pasado muchos años y de aquel joven que iniciaba una andadura incierta en los resultados, siguen quedando bastantes cosas. La mejor, su incansable trabajo por mejorar la vida vecinal, y su apuesta por Antequera como ciudad de futuro que no quiere perder el tren del progreso.
Quienes le conocen bien, dicen que ya no es el joven independiente en sus decisiones que llegó al corazón de sus conciudadanos. Ahora es un hombre de partido y se debe a él. Lejos de ser un perjuicio el tener que someterse a otras decisiones, en el caso de Manolo Barón, es todo positivo porque tiene mucho que decir. No se puede entender el PP andaluz sin la figura de nuestro alcalde y quizá tampoco estaría Elías Bendodo en Madrid, sin haber pasado trescientas mil veces por Antequera, impulsando con nuestro regidor un profundo cambio de parecer en Andalucía. Antequera fue centro y empuje, cobijó un grupo de jóvenes políticos que hoy ocupan cargos de gran responsabilidad. Creo que no se habría logrado sin la pedagogía y el conocimiento exhaustivo que Manolo tiene de esta ciudad.
Manolo ocupa un sitio destacado, aunque esté rodeado de un buen equipo. Dicen que el mejor, que se ha sabido aunar juventud y madurez, experiencia y nuevos impulsos que propicien un grupo dinámico y ganador. Será así y tendremos la suerte de volver a participar de su triunfo el próximo día veintiocho. Pero le quedan dos semanas de mucho trabajo de arañar un voto de aquí, otro de allá e incluso oír algunas cosas desfavorables. La política es injusta y precisa todo el tiempo del mundo. Y todo se apuesta en un día. Nada hay hecho por buena sintonía que amenice el ambiente.
Dos semanas de por medio donde parece que el calor no va a dar un minuto de tregua y muchos lugares a los que acudir. Este es el trabajo del equipo ganador del PP y como cualquier trabajo bien hecho tendrá su recompensa. Un brindis por esos hombres y mujeres que cuidan a Antequera.