viernes 26 abril 2024
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El caso Sloane

Frente a la decadente propuesta televisiva, ha quedado la resignación de las plataformas de producción televisiva y cinematográfica. Recuerdo con bastante añoranza las tardes de los viernes y los sábados de finales de los años 80 y los 90, cuando me entretenía en el videoclub mirando carátulas y leyendo sinopsis. Ahora, hago algo parecido, pero desde mi tablet. La oferta es de vértigo. Pero tras la ingente cantidad se esconde la terrible merma de calidad. Por ello, a veces elegir una película, se convierte en una labor paciente. Hasta encontrar algo que merezca la pena y la alegría de visionar. Y una de estas alegrías, me la dio “El caso Sloane” (2016), dirigida por John Madden.

A parte de mi admiración hacia el director, por su dirección del serial radiofónico “Star Wars Eposodio IV: una nueva esperanza” y “Star Wars Episodio V: el imperio contraataca”; hay que reconocerle su capacidad por meterse en aguas muy pantanosas desde el punto de vista argumental. “El caso Sloane” nos introduce en la política USA, y cómo funciona el aparato del sistema gubernamental norteamericano, no muy lejano de enfoques cercanos a los que se viven en todo Occidente. La trama gira entorno a Sloane, la protagonista. A través de una agencia de comunicación trabaja en campañas de lobbys. En este caso, trata de influir en congresistas, medios de comunicación, votantes, para sacar hacia adelante una propuesta de ley determinada.

La historia es vertiginosa, y nos hace reflexionar sobre la democracia en la que vivimos, y como se encuentra presionada por la acción de distintos lobbys. La doble cara de valores de la sociedad norteamericana es perfectamente la que viven la mayoría de estados democráticos del mundo. Un thriller político que es reflejo de la misma vida. Ahora que nos acercamos a distintas elecciones, el aparato electoral de todos los partidos se pone en marcha. Sus caravanas, cual Circo Mundial, recorrerán capitales, ciudades, pueblos y medios de comunicación, deleitándonos con los malabares más falaces para conseguir un voto.

¿Qué usted desea ser pelirrojo? No se preocupe, el lobby de los Pumukis, luchará porque eso ocupe las primeras portadas y el político de turno apoye sin remisión al lobby. “El caso Sloane” pone en tela de juicio nuestro actual sistema democrático. Un sistema democrático cuyo máximos representantes del pueblo, la mayoría, adolecen de una preparación legislativa, burocrática, socio política, y administrativa. La política ha dejado de ser el estudio de una ciencia social, para convertirse en una de las asignaturas optativas de la carrera de Arte Dramático. En fin, un insulto para el digno arte del entretenimiento.

Más información edición digital www.elsoldeantequera.com y de papel.
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