jueves 21 noviembre 2024
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Ocho abrazos

“La diferencia es una consecuencia inevitable en el ser humano y debemos aprender a aceptarla como un regalo, no como una llamada a la guerra”. En estos tiempos que corren, cada día goza de mayor protagonismo esta sentencia de la siempre admirada Virginia Satir, la psicoterapeuta americana que puso de moda la conocida frase de que “necesitamos cuatro abrazos al día para sobrevivir, ocho para mantenernos y doce para crecer”.

De tanto rebuscar en nuestras diferencias apenas valoramos que somos más emocionales de lo que queremos admitir. Nadie en el fondo de sus esencias rechaza realmente los abrazos –los hay de apretar bien y de palabras afables– pero esta capa de rigidez en forma de sobria armadura que nos autoimponemos nos hace cada vez más insensibles a nuestras necesidades en el camino de la vida. Por suerte –esposa aparte– siempre están los hijos y los nietos para recordarnos su importancia. Ningún niño crece de forma saludable sin la afectividad de un entorno familiar y una escuela atenta a sus necesidades de cariño.

Invito al lector a buscar por la red los beneficios hormonales del abrazo para que comprenda por qué tal vez nos abrazábamos tanto antes de las limitaciones de la pandemia y cómo estas carencias están afectando tanto en el desarrollo de los menores. A lo mejor, hasta sin saberlo, tradicionalmente marcaron el carácter de una cultura tan mediterránea como la nuestra,tan distante de los “estirados del norte” a los que tanto les choca la cercanía.

Como en la conocida frase publicitaria del olvidado anuncio del Scattegori es a principio de los años noventa, puede que no me acepten la palabra pulpo como animal de compañía, pero yo soy de los del abrazo de pulpo. Tan gratis y bidireccional que hasta Groucho Marx decía: “Si te abrazo más fuerte nos vamos a dar la espalda”.

Ahora que los miedos y la saludan mejorando y que los dirigentes confirman que van a permitir en los menús del día seguir ofreciendo el vino y la cerveza, volvamos a los beneficiosos abrazos de muchos segundos, que ya se puede y además son saludables. No deje de buscar en la red sus beneficios psicológicos, fisiológicos y emocionales, aquí me falta papel para mencionarlos. Abracemos, nos irá mejor…

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