Abrir un libro, una página, otra, otra, desvivirse por todo, plasmarlo con tus letras, con tu imaginación con tu ser autor.
Implicarte y volcarte en cada texto que narra una existencia, que se desvive en un mundo que desea cambiar. Convertirte en piedra, espejo o reflejo.
Ahogarte, asfixiarte, desnudarte, escribir, pensar, saltar, vivir.
Combinar experiencias, sentimientos, vivencias, emociones.
Ser mujer.
Humor, realidad, ficción, ironía.
Todos estos calificativos y más, son los que se encuentran en el libro de Cristina Consuegra editado por Monosabio y que se presentaba el viernes 17 de mayo en la Feria del Libro de Málaga.
Este libro, Playing Mansfield, es cuando menos una muestra pequeñísima de lo que esta autora –que no escritora– tiene para mostrarnos, volcada las más de las veces en enseñar a cientos de personas en talleres lo que es escribir, lo que llega a significar en la vida, y deja un poco de lado este escribir. Necesitamos un poco más de ella; de su yo autor.
Playing Mansfield es un homenaje a cientos de mujeres, miles, porque presentan reflejos reales, vivos, presentes día a día y que Cris ha sabido recoger con una perspicacia inusual en los tiempos que corren, para convertirlos en leyenda, en Literatura.
Hacer eso, Literatura, es lo que repite cada día a sus alumnos, y muy particularmente, a los que en Antequera formamos el Taller de Creación Literaria. Literatura, es lo que Cristina, ha hecho.
Nada de sueños rotos, de romances complejos, de libros fáciles de hacer. Nada de cumplir con editoriales e inventar historias que se caen por su propio peso. Más mucho más es lo que exige en cada tarde a su lado.
Cristina, permíteme que esta parte me dirija a ti. Gracias por el tiempo que nos dedicas, gracias por el amor que desprendes a los libros, gracias porque por ellos estás cada semana con nosotros. Y gracias por esta pequeña joyita literaria, que ya es una de las grandes para todos nosotros.
