Como arranca el título: “Quien a buen árbol se arrima…” le sigue lo de “buena sombra le cobija”. Esta famosa frase, está recogida en el libro de refranes y sentencias obra de Mosén Pedro Vallés (1549) y en Refranes o proverbios en romance (1555), cuyo autor lo fue, Pinciano Hernán Núñez. Pero quizá la recordemos más, porque Cervantes, la usa también en boca del (muy inteligente) y “fiel” escudero Sancho Panza, que habiéndose mancomunado con Don Quijote, siguiéndole en venturas y desventuras con la ciega esperanza de conseguir el gobierno de una ínsula, sintiéndose tan merecedor de ella, como otro cualquiera, pues él, teniendo metidas estas sus ideas, entre ceja y ceja se atenía a ellas en base a éstos refranes: “Júntate a los buenos y serás uno de ellos” o, de aquel otro que así también le venía a sus pretensiones, “no con quien naces, sino con quien paces”.
Mas, ¿qué ocurre?, cuando son los poderes fácticos, los que recurren a personas dadas a la lisonja fácil, a la adulación baja y servil, a los que se tienen y jactan de tener llenas sus mentes de inteligencia y cordura, pero que toda ella la basan, en una engañosa hipocresía que les valdrá para conseguir y llegar a ocupar… los gobiernos de todas aquellas ínsulas pretendidas, con el desprecio a toda honra y valorando en exclusiva la hacienda que, con facilidad, les habrá de reportar el ejercicio de sus mandatos.
Utilizando a Sancho como a un pelele, los Duques le sientan al frente del gobierno de la Insula Barataria, y lo hacen de tal modo que ni tiempo al acomodo le dejan, de inmediato, al hilo de su parodia le inducen al juicio de sus tres primeros casos. Pero el ínclito Sancho Panza no se arredre, no en vano le había escrito a su esposa: “De aquí a pocos días me partiré al gobierno, adonde voy con grandísimo deseo de hacer dineros, porque me han dicho que todos los gobernadores nuevos van con este mesmo deseo”.
Esta carta, ha hecho que los críticos cervantinos hayan creado artículos en los que dicen, de Sancho, que le movía la ambición desde el primer día en que decidió seguir a su Señor don Quijote en todas sus venturas y desaciertos, pero los dictámenes acometidos por Sancho siendo gobernador, dejaron cortadas y heladas las risas y lisonjas, incluso de los mismos Duques, creadores de la tal parodia con la sola intención de la mofa y las risas de los dos personajes. Lo que nos viene a confirmar que el éxito de nuestra decisión a la hora de elegir candidatos al gobierno de… ha de ser meditada con inteligencia, pues no todos los candidatos son lo que prometen o dicen ser.
Viene al cuento, las conocidas tentativas que Miguel de Cervantes realizó, para conseguir un oficio en América y las negativas que a ello recibió. Es muy normal, Cervantes no se ajustaba a las “condiciones” para ser un buen candidato, por ello, la frustración que sus palabras escritas, que de manera muy notoria, algo nos trasmiten, cuando leemos aquello de, “ya por muchas experiencias sabemos que no es menester ni mucha habilidad ni muchas letras para ser uno gobernador, pues hay por ahí ciento que apenas saben leer, y gobiernan como unos girifaltes”.
En la última década del siglo pasado, en España, se destaparon muchas corruptelas, quedaron acuñadas frases muy definitorias, de lo acontecido en la política, nada que no ocurriese ya, inclusive, en tiempos de Roma, también en la Edad Moderna y por desgracia en pleno siglo XXI sigue ocurriendo. “Me tengo que hacer rico”, “Estoy en política para forrarme”, “Tu pides la comisión y nos la repartimos bajo mano”.
Mi condición personal, no me da licencia para seguir escribiendo por esos derroteros. Me quedo con los razonamientos, la inteligencia, empatía y el respeto encontrado en el Grupo de Montaña “Vamos Cañas”,un grupo de torcaleros que emplean todo esto, combinado con su mucho humor y conocimiento del Torcal, para poder transitar por los desconocidos laberintos del karst.