Éste es el mes de la vuelta. Volvemos a reincorporar a los más pequeños y los que no lo son al curso escolar, volvemos a actividades deportivas que hemos dejado aparcadas por la venida del calor, a la rutina y a continuar con el ritmo habitual una vez que las vacaciones han finalizado.
Y volvemos a plantearnos objetivos y metas para el tiempo venidero. Es un buen momento para incorporar en nuestra rutina hábitos saludables que nos ayuden a mejorar nuestra salud física y mental. Una buena alimentación, horarios de descanso, práctica de aficiones y algo de deporte nos darán un beneficio importante para poder mantener nuestra mente ordenada y en calma. Ahora que vivimos tan deprisa es mucho más necesario recuperar la tranquilidad y poder gestionar mejor nuestro tiempo. La mayor parte de nuestro día lo pasamos trabajando y realizando diversas responsabilidades. El resto de la jornada debemos organizarla de forma que podamos saborear momentos de encuentro con los demás y con nosotros mismos.
Dedicarnos tiempo y priorizar nuestras necesidades es un acto de responsabilidad con nuestra salud y bienestar y también con el de los que nos rodean porque solo si nosotros estamos bien, podremos estarlo para los demás. Cuando volvemos a la rutina volvemos a poner orden en nuestro día a día y cuidarse a través de todo aquello que nos es beneficioso es fundamental.
Para ello hay que identificar los hábitos que arrastramos y que no nos convienen e ir cambiándolos por otros que nos proporcionen mayor bienestar. Con más motivo cuando además estamos dando ejemplo a los que siguen nuestros pasos.
