Como cada año, agosto dio paso a septiembre, mes de Antequera. Nuestro Ayuntamiento acogió como suyo este mes de Santa Eufemia, nuestra patrona conquistadora de Antequera, sin olvidar a la Virgen de los Remedios, nuestra copatrona. No puedo ignorar que empieza nuestro mes de septiembre antequerano: en este mes, hace un par de años, celebré mi nombramiento de Hijo Predilecto de la Ciudad de Antequera, rodeado de familiares y amigos, y con el calor de mi pueblo y de su Ayuntamiento.
Grandes recuerdos de aquel mes de septiembre y de otros meses de septiembre a los que me ha sido posible asistir a los solemnes actos de Santa María. Diré que tanto el día de mi nombramiento como otros septiembres solía subir muy temprano a Santa María: el panorama de atmósfera limpia me permitía ver siempre Antequera y sus alrededores: oír el repicar de sus campanas, contemplar el perfil de los cerros cercanos, el de la sierra del Torcal, y ver nuestra Peña. ¡Ah! nuestra “Peña de los enamorados”, rebautizada por los menos románticos como la “cabeza de un indio tumbado”. Dejemos su nombre original, de siempre, para los más románticos. Y todo esto, en septiembre, el mes de Santa Eufemia, el mes de Antequera…
Mientras tanto, leemos la prensa nacional “atenazada” por nuevas “preocupaciones” del momento: síndrome postvacacional, en el caso de los mayores, e inicio de un nuevo curso escolar para los más jóvenes. Preocupaciones como éstas, además del uso lúdico o no lúdico de los teléfonos móviles, tanto por parte de los profesores como de los alumnos, constituyen las “preocupaciones” del momento. ¡Qué lejos estábamos de ellas los más mayores! El síndrome postvacacional supone haber tenido un merecido y feliz descanso veraniego. No ahondemos en la brecha de esa supuesta felicidad de este caluroso verano –agosto incluido– que acabamos de pasar con cierto estoicismo, muchos, en playas repletas, y refugiémonos, como buenos antequeranos, en el septiembre que nos brinda nuestra ciudad… con su quietud, aires limpios y parsimonia de los grandes eventos celebrados en el silencio antequerano.
Seguro que nos ayudarán a llevar bien nuestro septiembre nuestra patrona Santa Eufemia, nuestra copatrona Nuestra Señora de los Remedios y nuestra Peña de los enamorados. Estoy seguro de que nuestro Ayuntamiento, lo hará todo bien. Propongo vigilar todo desde las alturas de Santa María, por la mañana. Las tardes están abiertas a todo: Santa Eufemia y los Remedios nos esperan. La “Peña de los Enamorados” está siempre esperándonos en su silencio, quietud y comprensión antequeranos.