Se han instalado unos días con nosotros, a la espera que se resuelva la situación política que nos han dejado las urnas. Han comenzado los contactos acelerados y sin vuelta atrás, sumando tendencias poco empáticas y grupos, si no mal avenidos, nada amigables de pronunciarse en la misma dirección. Es lo que hay y han querido que haya los votantes.
Quizá en algunos casos, como el de VOX, que ha sorprendido hasta a los suyos, la subida se la ha facilitado el presidente en funciones, que salió para hacer una remontada y acabó con muchos pedacitos, determinantes y caprichosos, que tiene que darles cuanto pidan si quiere conservar la Moncloa ¿Qué debe sentir abrazando a un adversario a quién despreció meses atrás? ¿No es una humillación claudicar ante el más débil? Y esto no ha hecho más que empezar.
Trabajo contra reloj para afianzar el puesto. Todo se pone cuesta arriba porque sabe que la palabra más repetida en las negociaciones a puerta cerrada, será ceder, ¿dinero? ¿competencias ? ¿territorio? Tal vez con algunos de sus contrincantes tenga que llegar hasta casi rendirse. No le arriendo las ganancias. En pocos días se nota más envejecido, mesurado y serio. En la noche electoral, su sonrisa agridulce demostraba que había pecado de confiado.
Las encuestas de Tezanos, que ya jubilado, colocó al frente del Cis, volvían a fallar. Demasiado iluso para los tiempos que corren.Y la noche trajo también la sentencia que condenaba a Rivera al olvido. No supe darme cuenta hasta el finalizado el recuento de los votos, pero hubo una anécdota que fue muy significativa. Una chica, que no había votado nunca, lo hizo por “el novio de Malú”. Y eso es precisamente lo que es en estos momentos. ¡Qué pena!
Decisiones poco afortunadas y culpas mal admitidas y peor gestionadas, hayan dado al traste con Ciudadanos. Una formación que nació ilusionante y entusiasta se vea abocada al fracaso.Un Parlamento donde van a resonar muchas voces. Y muchas dudas acerca de la autoridad que pueda templarlas. La sensación es que estamos peor que antes de los comicios.