La Parroquia del Carmen celebró la festividad de su Patrona de una forma distinta y peculiar, comparada con los últimos años, apostando por una misa en su víspera con la novedad del acompañamiento musical de los «auroros» de la Hermandad del Carmen de Rute.
A las 23,30 horas, comenzó la celebración de la Eucaristía, presidida por el párroco de San Sebastián y el Carmen, padre Antonio Ramos Ayala, asistido por el acólito Miguel Ángel Molina.
Se llenó el templo, quedando hasta gente de pie, a pesar de la hora y el calor que asfixia a nuestra ciudad en los últimos días.
Nada más empezar, la peculiar voz de los «auroros» y los sonidos de sus instrumentos hacían más barroco aún el templo carmelitano. Los violines, bandurrias y guitarras florecían en forma de oración a la Virgen del Carmen, con varios vivas y aplausos que surgieron del corazón de los presentes.
El párroco se refirió en la homilía a la festividad, la forma de cantar de los «auroros» y resumió el año Sacerdotal, donde la sociedad actual ha mostrado el desafecto que tiene al clero, más que el don que es ser ministro de Dios.
Al término, hubo agradecimiento al coro de la ciudad natal del párroco, así como se besó el escapulario y se le rezó la Salve de la Virgen. Una vez terminada la velada, se ofreció un ágape a los que se desplazaron a la iglesia.
