El 3 de febrero se celebra San Blas, mártir cristiano del siglo IV, quien antes de ser asesinado por su fe, sanó a un muchacho que tenía una espina en la garganta y estaba en peligro de muerte, de ahí ser considerado como patrón de las enfermedades de garganta.
Desde la noche del lunes 2, sacerdotes fueron pasando por panaderías para bendecir las roscas de San Blas, como el carmelita padre Antonio Jiménez en Alimentación Juan Ignacio. Ya el martes, el arcipreste padre Antonio Fernández, bendijo los panes ante el Altar de San Blas en San Sebastián.