La combinación de letras y expresión plástica mediante la fotografía convierte en algo efímero en eterno, uniendo esa sensación de que a pesar del paso veloz del tiempo, algo se sitúa como perpetuo, permaneciendo en esa línea de espacio-tiempo que la Asociación Alas de Papel ha quebrado con la exposición ‘Tempus Fugit’.
Este lunes 12 de abril inauguraban esta muestra en la Sala de Exposiciones Antonio Montiel del Ayuntamiento de Antequera donde presentan 32 instantáneas donde conjugan el pasado y el presente, todo enmarcado en las historias creadas en su libro ‘Hotel Barbacanas’ que nos acerca a una Antequera atrapada en un tiempo que nunca se agota.
¿Qué tiene de particular esta exhibición? Su eje común, la muestra del transcurrir de esas manijas del reloj a través de una ciudad que en sus miles de años se ha ido transformando en lo que hoy día es.
Francisco Javier Chamizo, Ana Navarro, Salvador Rivas, Rafael Ruiz y Mercedes Suárez han creado una combinación original entre el momento actual de Antequera con otras imágenes rescatadas de los fondos del Archivo Histórico Municipal.
La elección de cada una de ellas ha ido en conjugación perfecta con los relatos que componen el libro ‘Hotel Barbacanas’ que navega por distintas épocas unidas de forma intrínseca a un espacio particular de Antequera. En ella, los personajes van y vienen y otros permanecen, para guiarnos por un hilo invisible que hilvana páginas y páginas descubriendo no solo la belleza de la ciudad, sino también la de sus personajes e individuos anónimos que ofrecen una visión perfecta de la ciudad que hoy recibimos.
Todo ello queda reflejado en la muestra que hasta el 30 de abril estará presente en esta sala, todo perteneciente a una aportación más de dicha asociación de las actividades conmemorativas por el Día Internacional del Libro. Las visitas se pueden realizar de lunes a viernes de 18 a 21 horas.
Uniendo imagen y relatos
Los relatos del libro cobran vida en las paredes inertes de la Sala de Exposiciones, aquello que los autores describen y transmiten, se palpa y siente de forma permanente.
Así surgen los rincones del tiempo a través del relato “Tempora” de Mercedes Suárez que camina entre sitios como la iglesia de San Francisco, calles Infante o Lucena. “Vistas panorámicas” de Salvador Rivas muestra ese salto en el tiempo que protagonizan los actores principales de su relato paseando por calle Nájera o Plaza de las Descalzas.
El relato de Ana Monteza, “Entre caminos” ofrece miradas particulares a lugares tan poco comunes como la Cuesta de las Flores o el lavadero del camino del Henchidero. En “Epifanía” de Marisa López es la misma protagonista quien se adentra en la Antequera de hoy, miradas al espejo y al ayer y al presente.
Plaza de Toros, o Cuesta de Álvaro de Oviedo demarcan las “Liturgias de las Horas” del relato de Francisco Chamizo de sus protagonistas marcados por épocas y tiempos pasados. Fanny Beaudoin con “Tierra adentro” nos desembarca en una Estación de Autobuses como punto de inicio y final a la historia de una familia quebrada además de conectarse con otros espacios: Carrera de Madre Carmen, Cruz Blanca o calle Duranes.
Felisa y Mariana se dan la mano con Araceli Ruiz en “La reserva está hecha” mostrando un auténtico paseo extraordinario por espacios como los Almacenes Santa Cruz, la esquina de Madre Dios… Y el polifacético personaje de “Vidas impostadas” de Rafa Ruiz camina entre Plaza de Abastos, San Sebastián o calle Calzada.
Todos caminan entre huellas que nunca se detienen y crecen de forma invisible a nuestra vista. Un consejo para la visita: lleven el libro y comiencen la aventura del tiempo.
