Pasamos una tarde en su sede en Antequera, donde en segundos, conectaron con radioaficionados de Córdoba y Zaragoza con quienes conversaron gracias a esa magia de las ondas y frecuencias que permiten comunicarse desde casa.
Allí estaba su presidente, Antonio José Garrido Sánchez (trabaja de mantenimiento en Valsequillo), Francisco Naranjo Guerrero, funcionario que trabaja en el Hospital de Antequera; Fructuoso Ramos Durán, jubilado y Juan Benítez Ruiz, prejubilado. Todos ellos seducidos por la pasión de comunicarse con su radio con cualquier compañero de las ondas en el enigmático mundo de las frecuencias en el que también participa Antequera.
Entre los
radioaficionados se intercambian tarjetas QSL, que son el justificante de que han conectado entre ellos y así poder demostrar que han comunicado con otro compañero de las ondas. Se trata de una tarjeta postal, un acuse de recibo de haber hecho y transmitido correctamente el contacto, tres letras que forman parte del código Q, referente aeronáutico y de radio.
Una emisora de radio es la base de los “equipos de radioaficionados que son construidos expresamente para nosotros por las principales marcas comerciales que pueden ser Icom, Kenwood o Yaesu”. Son emisores y receptores que disponen de unas “determinadas bandas autorizadas en las cuales no se puede establecer una comunicación fuera de ellas, bajo sanción bastante grave. Se dividen en bandas y frecuencias. Nosotros utilizamos por mucha cantidad de radioaficionados la banda de 80 metros 40, que son a nivel local, después está 20 metros, 15 y 10, en las cuales son a nivel internacional y las dos bandas de VHF y UHF, en plan local también”, detalla Ramos Durán.
Pasión por las comunicaciones
Francisco Naranjo subraya que “la radioafición primeramente es una afición, un gusto por la tecnología y por las comunicaciones en las que, además de eso, hay otra inquietud que es la experimentación”.
Como todo en esta vida, hay equipos caseros y económicos, o más trabajados y costosos: “Hoy en día, hay equipos que te los venden y vas bien, pero hay otros que los construyes tú y a partir de ahí ir modificando y retocando hasta conseguir un determinado objetivo que te marques. Por ejemplo, es raro el que no tiene una antena que se la haya autoconstruido”.
https://www.youtube.com/watch?v=Ay3oEGo8Tx4
https://www.youtube.com/watch?v=uJOC22YklTM
El “facebook de las ondas”
Al igual que hay adicciones que nos sumergen en un mundo entre la afición y la pasión sin límites, lo es también el de los radioaficionados. Buscan su tiempo para el entretenimiento de contactar con gente de todo el mundo, con quienes con sus códigos y lenguajes pueden entenderse.
Así lo vive Juan Benítez: “Estás en casa con tu emisora y te dedicas a hacer contactos a larga distancia o hablar con el resto de radioaficionados a distancia o a veces nada más a escuchar”.
Un grupo de radioaficionados que, según Antonio José Garrido, presidente del colectivo Radio Club Antequera: “Aparte de los que hay ya federados, hay muchos más que no lo están. Somos 25 los que pertenecemos al Radio Club”. Destaca que su sede está abierta para quien quiera: “La sede está disponible todos los viernes desde las seis de la tarde hasta las ocho. Aquí nos reunimos, charlamos, experimentamos…”.
No dudan en invitar a quien tenga curiosidad, aunque sería más fácil y cómodo si estuvieran en el centro de la ciudad. Para ser radioaficionado, se han de presentar a una prueba de acceso: “Está compuesta por un programa de electricidad, electrónica y legislación internacional, aparte de las cuestiones técnicas de lo que son los equipos, del manejo, ya sea en recepción o en trasmisión. Antes había un examen de morse, el cual se suprimió ya porque está prácticamente obsoleto”.
Recepción de fotografías vía satélite
Además de hablar, se pueden hasta mandar fotografías por las emisoras. “Con un pequeño módem, la emisora y la antena, se pueden mandar fotos y recibirlas”. Ramos Durán destaca “dos fotos que recibí de la Estación Espacial Internacional, que transmite en SSTV (televisión de barrido lento) por la banda de VHF. Cuando pasa por Antequera es la máxima señal y se ven unas fotos espléndidas”.
Para llegar al mundo actual de las comunicaciones, se ha tenido que avanzar desde el código morse, los módem y rudimentarios ordenadores hasta lo que hoy consigue un móvil con conexión a Internet de poder no sólo transmitir voz, sino conectarse en imágenes en vídeo, mandar fotos, correos electrónicos o navegar sin límites por Internet.
Pero por mucho adelanto, si nos quedamos sin luz en los repetidores, sin batería, ¿cómo nos comunicamos? Pues… ‘¡Houston, Houston, tenemos un problema…!’ Y será cuando aparezcan los radioaficionados que con las ondas y frecuencias naturales, pueden comunicarse con todo el mundo por una simple radio con antena.