El pasado 14 de junio, a los 81 años de edad, nos dejaba don Jacinto Palomino Trujillo, comandante que fue de Infantería y miembro de la querida y apreciada familia de Casa Jacinto de calle Merecillas.
Al enterarnos de la triste noticia le recordamos en su intervención en el Día de Santa Eufemia y Antequera cuando con su hermano Manolo, recibieron la Medalla de Plata de la Jarra de Azucenas. Fue cuando emocionado dejó su despedida y agradecimiento: “En nombre de los componentes de Casa Jacinto agradecemos esta distinción que encomiendo al que dio nombre a la humilde empresa. Él nos enseñó a querer y amar el trabajo y nos mostró que el que ama a su tierra chica, ama también a su tierra grande”. Se refería a su padre, al que adoraba y tenía su nombre, llevando el legado que hoy recibe su sobrino, que sigue con el nombre de “Jacinto”.
Desde aquí, nuestro pesar a toda su familia, entre ellos sus hermanos Encarnita, Quini y Manolo; sus cuñados, sobrinos, sobrinos-nietos y demás familia, que lo tuvieron a él como uno más en su día a día, sobre todo con su inseparable hermano Manolo. Desde hace más de un mes, la Virgen de la Paz tiene una escolta de gala que en el Día de Santiago, recibió el recuerdo en su funeral. ¡Ahí habrá besado la bandera de su país y descansado en paz!
Su amigo Juan Lebrón, escribía que “Jacintín, ejercía en aquella esquina de la calle Laguna con Merecillas en los años 50 y principios de los 60 del siglo pasado, de hermano mayor responsable, cabal, serio, estudioso y disciplinado; un ejemplo a seguir”.
Decidió hacer carrera militar y, sigue Lebrón, tuvo la “vocación militar más sincera, verdadera e inquebrantable que yo haya conocido”. En 1971 terminó su formación en Toledo en la Academia de Infantería de Toledo, recibiendo el despacho de oficial, y años más tarde fue capitán de la Legión.
