Hace unas semanas, lamentábamos la pérdida de doña Purificación Golfín Pérez, que fallecía a los 100 años. Viuda que fue de don Juan Porras Guerrero, mujer que junto a su esposo sacaron adelante su familia con sus hijos: Enrique, Diego, María Pilar y Purificación; todos ellos muy queridos en la ciudad.
Además de educar a sus hijos, fue conocida costurera y junto a su hermana María Golfín Pérez, esposa que fue de Agustín España García, fue de las primeras mujeres penitentes del Mayor Dolor tras su fundación.
Dejó huella en sus barrios, desde San Carlos Borromeo, a calle Laguna y finalmente en calle Lucena. Desde ahí, visitaba a diario la iglesia de San Sebastián, donde además de al Santísimo, profesaba una fe absoluta al Señor y la Virgen del Mayor Dolor.
Por último, su familia recuerda a sus amistades, que el próximo viernes 17 de marzo a las 19 horas en la iglesia de San Sebastián, le dedicarán una misa tras el mes de su fallecimiento.