La Antequera deportiva quedaba afligida el pasado viernes 24, al cundirse la triste noticia de que nos había dejado un gran antequerano, una de las leyendas ejemplares del Club Deportivo Antequerano, como jugador, como entrenador, como directivo, como aficionado fiel siempre: Pepe Berrocal.
Contaba 85 años de edad y durante muchos años ayudó a su padre, un famoso zapatero artesano en su taller de la calle Nueva, donde se convirtió en auténtico artista. Lo mismo que con el balón en los pies, como lateral y central en la defensa de su Club de siempre, el Club Deportivo Antequerano, del que ha sido uno de los mejores jugadores de su historia, aunando una calidad excepcional, con una caballerosidad y nobleza propia de las grandes figuras del Deporte. Tras muchos años como jugador, los más de ellos como capitán del equipo, ejerció también de entrenador.
Junto a ello, se convirtió en un esposo ejemplar y padre de una familia tan querida como valorada en Antequera, todo lo cual se puso de manifiesto en la infinidad de pésames a su familia y en la misa de su sepelio verificado en la mañana del sábado.
Desde estas páginas, que tanto cantaron y admiraron sus éxitos deportivos, nuestra condolencia a su esposa, Socorro Escobar y a sus hijos Pepe, Paco y María Dolores y al resto de su familia, en la que no dudamos en incluir a la gran familia verdiblanca.
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