El pasado 19 de enero falleció nuestro querido Rafael Villalón Melero, primer conserje del Colegio Vera Cruz, cuando el alumnado era sobre 800 discentes. Allí vivió con su recordada esposa, Lola, y sus cuatro hijos Rafa, Pili, Loli y José Miguel.
Hombre muy conocido en el barrio, desempeñó su trabajo desde la inauguración del centro (1973) hasta su jubilación forzosa por enfermedad.
Fue una persona muy respetada por toda la comunidad educativa. Conocía a la mayoría de los alumnos por nombre, apellido y familia, detalle que sirvió más de una vez al profesorado.
No sólo cuidaba del centro, sino que su celo lo llevó a mimarlo, con un interés difícil de superar. “Siempre estaba dispuesto, de forma muy eficiente, a colaborar en lo que fuese necesario”.
Aquellos que convivimos con él durante años agradecíamos su dedicación y buen hacer. Todo lo anterior se puede resumir en pocas palabras: fue un hombre bueno y un gran profesional.
Ya está descansando con su querida Lola, quien era tan buena y cumplidora como él. Siempre permanecerá en nuestro recuerdo con cariño. Dios lo acoja en su gloria, D.E.P.
El profesorado de su época
