La Historia de Antequera pierde a un personaje del último siglo. Doña Purificación Vidaurreta Blázquez, que falleció el viernes 1 de septiembre a los 101 años.
Nacida el 14 de marzo de 1922 en Antequera, hija de Santiago Vidaurreta Palma y de Purificación Blázquez Pareja-Obregón.
Era además la última sobrina viva del Beato Enrique Vidaurreta. Después de la misa de su tío el 31 de agosto, la familia pidió la unción y se fue con el Señor, según destacó el arcipreste Antonio Fernández en su entierro.
Se casó con Francisco Granados Otero el 2 de enero de 1946, festividad del Dulce Nombre, con quien tuvo tres hijos: Marcos, Pura y Francisco José Granados. Era camarera del Dulce Nombre y de la Virgen de la Candelaria de la iglesia de San Francisco.
Ayudaba a su abuela y desde 1960 asumiría formalmente ser camarera del Dulce Nombre. En una entrevista que le realizamos para el Especial de Semana Santa de 2017, recogíamos cómo en 2016 pudo de nuevo visitar Santo Domingo, tras ocho años sin poder ir. “Cuando fui… me emocioné. Aunque no lo vea, yo lo siento, le rezo todos los días”, nos compartía.
A su Dulce Nombre le decía: “Yo llevo y tengo a mi Dulce Nombre como si fuera mi Padre, porque lo quiero mucho, le pido muchas cosas y me ayuda mucho en esta vida”. También lo sentía por la Virgen de la Paz “pero lo que yo le tengo al Dulce Nombre no se lo tengo a mi Virgen, he estado mucho tiempo con Él desde chica, yo todos los días le rezo”.
Ella siempre tuvo al Dulce Nombre como referente en su vida, superando las adversidades que se le pudieron presentar. Quienes la conocieron saben de sus virtudes de fe. Descanse en paz.
Desde aquí, nuestro pesar a sus hijos: Marcos, Puri y Francisco; hijos políticos, nietos, bisnietos, demás familia, así como a los cofrades de “Abajo” y de San Francisco con quienes guardaba estrecha relación, al igual que a la Residencia del Conde Pinofiel.
