El viernes 23 de junio nos venía la triste noticia del fallecimiento en Málaga de Justi Peramos Martínez. Mujer muy querida y apreciada en nuestra ciudad, esposa que fue del recordado Ramón Guerrero González, quienes nos legaron el regalo de sus hijos. Familia muy vinculada a los Peramos, a los Guerrero y a la Cofradía de La Paz.
Una mujer que con su marido crecieron en Miraflores, donde surgió ese grupo de matrimonios jóvenes y trabajadores en Santo Domingo. ¡Lo que hicieron por la Cofradía de La Paz! Se trasladaron a Málaga por el trabajo de la Campsa y desde ahí nunca perdieron el contacto con la ciudad. Pero Ramón se fue demasiado pronto, quedando sola Justi al frente de sus hijos. Pero como en toda ocasión, ante la dificultad, ella seguía firme y fuerte.
Sus piernas no pudieron seguir la rapidez de su vitalidad, de su fortaleza, pero sabía dónde agarrarse para seguir adelante: su fe y vitalidad. La fotografía ilustra otras de sus virtudes: su mirada y sonrisa alegres. Siempre buscaba el lado positivo de la vida por muchos obstáculos que encontrara.
Que el Señor dé más Paz aún a sus hijos: Ramón María, José Luis, Carlos Javier y Carolina de la Paz; así como a sus nietos: Ramón, Carlos, Leticia, Ismael, Cristina, Mario, Raquel, Sarah, Álex y Saúl; además de sus hermanos, sobrinos, amigos y demás familia. Desde ahora, la Virgen de la Paz tiene una nueva flor. Su pasión por ellas la convertirán en una de las orquídeas que la acompañen. Y como sus hijos dijeron en su despedida: ¡Ya está con sus dos amores: Jesucristo y su marido!
