Dos años sin procesiones son muchas y María Auxiliadora, con todo su dolor, ha tenido que llamar al bueno de Manolo, don Manuel Sánchez Teva, “Manolo el de María Auxiliadora”.
A los 85 años fallecía el pasado jueves en Antequera, tras años padeciendo problemas de salud que terminaron con su vida, siempre rodeado de su familia. Lo recordamos subiendo y bajando calle Nueva para trabajar en el Banco Español de Crédito, donde atendía en persona a todos los clientes que acudían a su mostrador.
Luego se mudó al entorno de calle Lucena. Casado con Carmen Carrasco Negro, tuvieron tres hijos: Manuel, Carmen y Eva; quienes le dieron dos nietos: María y Javier. A pesar de sus problemas de salud, no se dio nunca por vencido y lo mismo lo veías en misa en San Pedro, que rezar ante su Virgen, así como pasear con su familia.
Antequera tiene una riqueza en sus familias, en matrimonios que lo dan todo por su tierra, por sus costumbres, tradiciones, colectivos, devociones o cofradías, como es el caso de Manolo y Carmen.
Siempre juntos, ya sea por la calle, en el templo, con los hijos, los nietos, los amigos y, cómo no, con María Auxiliadora. Un matrimonio que consiguió recuperar la procesión de una advocación mariana muy arraigada en la ciudad.
Empezar casi de cero, fueron año tras año dándole más realce a sus cultos, sus misas mensuales, el traslado de la capilla casa por casa y la procesión. ¡Lo que les costaba a los dos y lo bien que lo hacían!Una vez que su mujer dejó de ser presidenta, siguieron trabajando por y para María Auxiliadora.
En los últimos años, a Manolo le costaba acompañarla, pero la asociación de fieles le llevó su procesión a su calle, donde su familia colgaba una gran imagen de María Auxiliadora. Allí, los hermanacos mecían el trono en forma de oración y él, agradecía con sus manos, ofreciendo besos y saludos a los presentes.
Dentro de la pandemia, la iglesia parroquial de San Pedro, su iglesia, su segunda casa, le despidió para su posterior entierro. María Auxiliadora es una imagen de gloria, pero desde este jueves, al verla en persona, le notamos una lágrima que le caía de su mejilla en recuerdo de Manolo y por el dolor que su familia padece por esta pérdida de un buen hombre, un ejemplar esposo, un adorable padre, un entregado abuelo y una más que bella persona. ¡Gracias por tu ejemplo, Manolo!