El pasado sábado 21 entregaba su alma a Dios, a la edad de 85 años y tras sufrir una dura enfermedad, la señora doña Ramona Guillén Pedroza, esposa que fue de don Francisco Benítez Frías. Doña Ramona era persona muy conocida en su barrio, y muy apreciada por su simpatía, su bondad y su predisposición para ayudar a todo el mundo.
Formó una familia con sus hijos Carmen y Juan Francisco, personas muy estimadas en sus ámbitos laborales, la Residencia “La Vega” y “Aguas del Torcal”, respectivamente y Carmen, vinculada con su marido a la Cofradías de Servitas de María Santísima de los Dolores. Por todo ello la noticia fue muy sentida en la ciudad, poniéndose de relieve en las innumerables muestras de pesar recibidas por sus hijos, hijos políticos y nietos, a los cuales expresamos el nuestro más sincero. Descanse en paz.