Este lunes, a los 79 años de edad, entregaba su alma a Dios nuestra querida amiga Teresa Sarmiento, esposa del que fue nuestro compañero Antonio Alcalá.
Teresa, era una esposa y madre ejemplar, una abuela enamorada de sus nietos, una amiga extraordinaria y una vecina que se había ganado el afecto de quienes convivían con ella. Hace un tiempo, se le declaró una enfermedad, que soportó con ejemplar entereza, hasta que hizo crisis.
La triste noticia, causó profundo pesar entre todos cuanto las conocimos y quisimos por su bondad, generosidad, entusiasmo, y el optimismo que irradiaba. Hace unos años, nuestro amigo Antonio nos dejó, pero quedaron aquí sus hijos, nueras y nietos, en los que ella veía a su esposo, encontrando así consuelo.
Innumerables testimonios de pésame los recibidos por su familia, y asistencia al sepelio verificado el martes en la iglesia de San Sebastián, con preciosa homilía del padre Paco. A ellos unimos el nuestro, especialmente para sus hijos Rafael, José Antonio y Francisco Javier, sus nueras y nietos y demás familia.