El Día de Navidad, el 25 de Diciembre, Antequera despedía a una joven religiosa de las franciscanas de la Beata Madre Carmen, Sor Ana Carnero, quien en plena juventud, vio truncada su vida por una enfermedad, tras formarse y empezar con su vocación y vida religiosa.
Antequerana que estudió en el Colegio María Inmaculada, empezó sus años de monja en distintos colegios por diferentes puntos de España y América donde enfermó y se trasladó a Barcelona para su recuperación. En víspera de Noche Buena, el Señor la llamó y su cuerpo se trasladó a Antequera, donde en el Colegio de Nuestra Señora de la Victoria, fue despedida religiosamente y enterrada en la tierra que la vio nacer.