El pasado sábado 25 de octubre, nos dejaba a los 58 años, don Miguel Pérez Ortiz, buen hombre antequerano que trabajaba como delineante en el Ayuntamiento de Antequera. Tras varios años padeciendo una enfermedad, no pudo seguir adelante y nos dejó tristemente.
Antequerano que nació y creció en el Barrio de San Miguel, encontró en la delineación su profesión, empezando a desarrollar su vocación en el Ayuntamiento de Archidona para culminar en el de Antequera, que se vistió de dolor tras conocer su final. Por sus manos pasaron muchos de los trabajos de los últimos años en nuestra ciudad. Proyectos, diseños, planos, entre los que podríamos destacar los de la Villa Romana de la Estación. Hay personas que trabajan en la sombra, pero su trabajo es vitar, como el que él ejercía.
Ahora vivía por la zona de la Avenida de la Legión, donde además de su pasión por su familia (con su mujer, sus hijos y sus hermanos y cuñados), tenía arte en las manos, siendo un fenomenal tornero de madera y amantes de las motos. Sus amigos lo recuerdan como “una gran persona, pero sobre todo un gran amigo, donde estaba en el momento que te hiciera falta escucharte, acompañarte, ayudarte en lo que pudiera depender de él”.
Aunque se sabía de su delicada salud, no se esperaba el final. Su fallecimiento, velatorio y despedida fue acompañada por sus vecinos, amigos, familiares y compañeros municipales que siempre recordarán a esta buena persona que le gustaba estar atrás, sin destacar, pero fundamental para que una familia, un grupo de amigos, un trabajo como el municipal, funcionara y fuera a buen puerto.
Su esposa, Ana Morales Martín; sus hijos: Ana Isabel y Miguel Ángel; hermanos (Antonio, José, Ángeles, Dolores y Pili), sobrinos y demás familia, agradecen las muestras de cariño recibidas tras el fatal desenlace.





