Días antes de Semana Santa, descansaba en paz en la Residencia de San Juan de Dios, don Antonio Clavijo Pinto, con 77 años. Le llamarían del Cielo para poner orden en el reparto de cartas porque con tanto móvil y correo electrónico, se precisa de gente preparada que no hayan olvidado su vocación como la que él tuvo en Correos y Telégrafos en nuestra ciudad.
Si preguntamos a nuestros abuelos y padres, lo recordarán con su cartera cruzada, repartiendo cartas y telegramas. Se casó con Concepción Povedano García, teniendo dos hijos: Antonio Juan y Jesús. Fue hemanaco de la Virgen del Mayor Dolor y en sus últimos años estrechó relación con los religiosos capuchinos.
Sus últimos recuerdos le dieron esa gran pasión por Lucía, su nieta, hija de su Antonio y de Eva, que fue como otra hija. Se nos va otro personaje de la Antequera del sepia. Ahora descansará con su hermano Juan Manuel y sus padres, repartiendo en forma de testimonios el amor que aquí tenemos por los que partieron antes. Un abrazo a la tierra y al Cielo.