Antequera tiene futuro en el arte de Cúchares: Eduardo Tortosa y Carlos Jiménez Blázquez, este último debutó como novillero el lunes 2 de junio en la Plaza de Toros de Córdoba, cortando dos orejas y saliendo por la Puerta Grande.
Tras cuatro años en tentaderos, escuela taurina malacitana y una exhibición en Antequera, llegó su día para vestirse de corto en un festival en Los Califas, donde “hubo suerte, debuté, salió el ganado bueno y salí contento”, dice con arte el joven Carlos.
Con 19 años recién cumplidos, lleva 3 en el mundo del toro, en una casa donde su abuelo Carlos Blázquez, “de joven hacía sus pinitos, toreó de corto en un festival para las Hermanitas de los Pobres. Hasta que tuve 15 años, nunca me habían llamado los toros la atención. Un día, vi una cornada en la tele, y me impactó… empecé a interesarme más y fui a un tentadero y me enamoré del toreo con 15 años”.
A pesar de los primeros revolcones en el albero, ¿siguió con su empeño?: “Quería ver cómo era lo de ponerte delante de un toro. Yo tenía miedo de que cuando me cogiera me dejara de gustar, pero fue todo lo contrario, más me apasionó”.
Le costó decirlo en casa, pero cuando vieron que era su sueño, dejaron que entrara hace 3 años en la Escuela Taurina con el maestro Fernando Cámara al frente. “Allí aprendes como persona, practicas mucho toreo de salón, viendo vídeos, muchas becerradas, novilladas en clases prácticas”.
Lo de elegir la ciudad de La Mezquita: “En Córdoba porque tras Málaga, es donde más me siento a gusto por la familia y amigos que tengo. Además, es plaza de primera”. Dos orejas, faltó el rabo… “Me faltó la espada, que es la que te dice sí o no; por muy bien que torees, si no matas bien, se queda en nada”. ¿Cómo se sintió?: “No disfruté porque iba demasiado presionado en mi debut. Con la muleta me sentí más cómodo, pero al ser el último y ver que todos habían triunfado, yo no podía hacer menos”.
Se puede decir que lo suyo ya no es una afición, es…: “Una vocación, un sentimiento. El toreo es vocacional. Lo que se siente cuando pegas un muletazo y ves que un animal tan grande, que te puede matar, lo puedes engañar con un trapo, es… indescriptible”. ¿Se fija en un torero, le gustaría parecerse a alguien?: “No, a nadie; hay que empaparse de cada uno. Quiero ser Carlos Jiménez Blázquez”.
Y tras Córdoba, vendrá Sevilla por los estudios, ¿cuál será su siguiente paso?: “Ahora, entrenar y ya irá saliendo. En Sevilla, tengo familia y amistades, quiero estudiar allí. Sueño dedicarme al mundo del toro. Cada día hay que poner un ladrillito”.
Y en su Antequera, ¿cómo están los tendidos?: “Hay mucha afición, se están creando colectivos como Aficionados Prácticos Taurinos o Juventud Taurina. Pero para ser torero no hay que tener afición, sino vocación. El torero se nace y luego se desarrolla”.
Hablando de sueños, ¿con quién le gustaría torear algún día?: “Puestos a soñar, en un cartel, a uno le gustaría estar con las figuras como Juli, Morante, Manzanares, José Tomás, Perera…” Sus sueños parecen firmes, ¿será por tanto torero algún día?: “Dicen que es más fácil ser Papa que figura del Toreo. Tiene muchos impedimentos, pero el que lo siente, lo tiene que intentar; merece la pena luchar por ello, y yo pienso hacerlo”.
19 años, 4 dedicados al mundo del toro, ambición, humildad, entereza… en Antequera se va fraguando un nuevo maestro de la Tauromaquia: Carlos Jiménez Blázquez. ¡Suerte, maestro!
https://www.youtube.com/watch?v=FFBcq3Rm6Hg&list
Vídeo entrevista con Carlos Jiménez Blázquez
Carlos Jiménez Blázquez
Antequerano, nacido el 31 de mayo de 1995. Hijo de Diego Jiménez Bermúdez y Lourdes Blázquez Muñoz. Es el mayor de tres hermanos. Ha terminado Bachillerato en el Colegio María Inmaculada y se prepara para Selectividad. Quiere estudiar Publicidad y Relaciones Públicas en Sevilla. Desde hace dos años, pertenece a la Escuela Taurina de Málaga.
En casa: “Antes de decirlo, me lo pensé, antes de que me dijeran que estaba loco. Cuando lo hice, me dijeron que estudiara y me dejara de tonterías. Luego, cuando fui al tentadero y vieron que me gustaba, muy a su pesar supongo, me empezaron a apoyar”.