domingo 24 noviembre 2024
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Festividad de la Inmaculada Concepción, celebración del Día de la Madre

El 8 de diciembre, del presente año se cumplieron los 160 años de la promulgación del dogma de fe de la Inmaculada Concepción y creo que para tal ocasión merece la pena detenerse y hacer una reflexión exhaustiva del por qué, es tan importante ese dogma y sobre todo la celebración del mismo, que por otra parte bien merece la pena unir otra celebración no menos importante y además clave en la proclamación de dicha celebración.

Desde hace muchísimos siglos, la Iglesia venía ya creyendo en la (maternidad virginal de la Santísima Virgen), madre de Cristo y esposa del Carpintero José de Nazaret, que al igual que María, demostró su capacidad de obediencia, abnegación y sobre todo, creencia en el Padre Eterno para admitir dichos desposorios y concepción Espiritual de María su esposa; es más, la Iglesia creía y cree en la virginidad de la Virgen incluso después del parto.

Tal creencia llevó a la Iglesia a proclamar su fiesta desde 1644 e incluso permitir que los sacerdotes, en la recién creada Feria Litúrgica en el Concilio de Trento, usaran durante esa festividad ornamentaciones de color celeste en honor y gloria de la Virgen. ( Sin haberse proclamado aún el Dogma de Fe).

Pero, ¿a qué nos lleva todo esto, junto con la proclamación del Dogma hace 160 años? Pues bien a mi entender, es que esta fecha es la más indicada para celebrar no sólo la Virginidad de la Santísima Virgen, sino también a celebrar dicha fiesta como la fiesta auténtica de la Madre: Una fiesta en la que se reconozca de una vez a la mujer como núcleo fundamental de la familia, no sólo por la procreación, sino por la capacidad de trabajo abnegado y silencioso, por la sabiduría que las entrañas le proporcionan desde el momento de su concepción, haciendo que durante toda su vida sea un sufrimiento y un calvario externo en extremas ocasiones, pero interno en la mayoría de ellas, pues tan sólo ellas son capaces guardar el más grande secreto del hombre como hijo, como padre, como hermano y como esposo.

Ellas albergan en su interior una gran capacidad de amar como jamás el hombre lo haya hecho, pero no sólo es el amor sino la inteligencia y la capacidad de ser algo más que simples amas de casa o madres abnegadas, tiene también la capacidad de dirigir, familias, empresas, países, administrar justicia…

Vivimos unas épocas y tiempos en los que el consumismo nos come y por tanto nos destruye, seguimos los spot publicitarios al pie de la letra, para engrosarles sus bolsillos a sus grandes magnates; sin embargo, cuando realmente se celebra la gran Fiesta y Vigilia de la Inmaculada, no somos capaces de felicitar a nuestras madres, nuestras esposa por ser madres y más aun por ser mujeres ejemplares como la Santísima Virgen que cuando más las desprecias, más las necesitas.

No queremos darnos cuenta de todo esto y a pesar de todo las matamos indiscriminadamente, porque huyen del maltrato del hombre, de su venta como si de un mueble se tratase, de su desprecio dejando vendan su cuerpo al mejor postor para solamente el disfrute carnal.

Creo, que por todas estas razones, que a mi juicio son de peso, deberíamos de abandonar la festividad de los grandes almacenes y celebrar el auténtico día de la Madre, el día 8 de diciembre, día de la Inmaculada Concepción, no hace falta el collar o la sortija, o el bolso, o el abrigo de piel, sólo hace falta acercarnos a ella pedir perdón por los malos tratos y ratos y besarla con tal fuerza que sus entrañas se estremezcan, como aquel día en que fueron fecundadas y su cuerpo así como su metabolismo cambió radicalmente envolviendo de amor y entrega al óvulo y espermatozoide unidos para dar vida a otra vida.

Ésa creo a mi juicio, repito es la unión de mi otra celebración, los superfluo insisto no hace falta, las grandezas son unos simples dulces o algo hecho con el corazón de hijos el rato de estar viviendo con ella su intimidad, es suficiente para estar con ella hasta sus últimos días.

La Mujer como tal ser humano al igual que el hombre y los niños, tienen sus derechos tangibles e inviolables.
 Pues si de verdad creemos en la Sagrada Biblia, ésta fue hecha de una costilla del hombre y por tanto gracias padre eterno pues nos quitaste la mejor costilla, para el ser humano más grande que el propio hombre.
Por tanto insisto abandonemos la fecha de mayo y celebremos el día de la madre con sencillez y orgullo el día 8 de diciembre fiesta de la inmaculada, si así lo hacemos venceremos al consumismo al menos por un día al año y ya sería un logro grande.
 Por tanto muchas Felicidades a todas las mujeres que son madres, casadas, divorciadas, separadas, abandonadas por sus parejas, porque están llevando sus Cruces con Abnegación, pero con amor, con esfuerzo pero con paciencia porque saben que un buen día vencerán a los que las ofendieron o abandonaron, pero encontraran la paz y el sosiego de sus almas y desaparecerán de ellas el estigma que la sociedad inmunda las tacha aun hoy todavía.
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