Las primeras palabras del alcalde, –primero que repite mayoría absoluta en todas las municipales, por cierto–, cumplen lo normal de estos casos: brazos abiertos para acoger a todo el mundo; las de los demás grupos lo mismo, predisposición a colaborar. Ahora hay que ver si se cumplen esas buenas intenciones o no, si se hacen realidad o se quedan en palabras que “suenan bien”, tanto por una parte como por la otra.
Hemos dicho en varias ocasiones que en los grupos “no elegidos”, habrá personas muy válidas para cuestiones a las que si se da oportunidad podrían ayudar a levantar una Antequera mejor. Ejemplo, “relaciones con la Junta”: visto que la Junta no quiere saber nada con los “populares”, quien haga presión para que Antequera obtenga lo que le corresponde. Otro ejemplo: José María González, nombró responsable de Trabajo a un miembro muy activo de Comisiones Obreras, y de Obras al candidato socialista. Ambos cumplieron su cometido a la perfección, ayudando en campos delicados al bueno de José María, “pacificando” terrenos comprometidos en la vida local.
Casos concretos aparte, lo que los partidos y sus listas deberían comprender, es que los antequeranos han dictaminado para los próximos cuatro años con rotundidad, luego es inútil que se rebelen ahora en plenos y similares. No pretendemos que vayan a los mismos como borreguitos, dispuestos a decir que sí a todo, sino que haya una flexibilidad y un afán de colaboración más que encerrarse en posturas negativas “porque sí”; ni queremos que se olviden de sus ideales y programas, sólo que sepan armonizarlos con el programa de Manuel Barón, refrendado por los antequeranos con mayoría, aportando ideas, iniciativas, como mejor forma de cumplir la voluntad de los antequeranos.
Conocemos las dificultades económicas que dicen –Europa lo reconoce así— se empiezan a superar, abundando en su carácter ejemplar. Vamos entre todos a aprovechar esas circunstancias para ayudar en lo que cada cual pueda, conocimientos, relaciones, amistades, influencias; vamos a conseguir mantener el apoyo de la Diputación, Ministerios, Junta y de Empresas, sociedades, organismos, entidades, y donde quiera que haya una posibilidad de crear puestos de trabajo, de mejorar la economía, forma de salir del bache.
Animemos a los buenos empresarios a aumentar plantillas, fomentemos que salgamos a la calle a conocer nuestros comercios, y que éstos se esfuercen en lo posible en mantener esos buenos precios que sacaron en lo más duro de la crisis, para evitar tantos viajes a Málaga, así como en surtirse de lo que falta aquí y abunda en otros sitios. Esfuércense nuestros bares y restaurantes en esas ofertas que aúnan calidad y buenos precios en tan agradables ambientes como nuestras terrazas en avenidas, calles y plazas. Animemos a los artistas callejeros a que “den vida” a las calles; consigamos que haya proyecciones fijas en el Cine Torcal –las empresas del Centro La Verónica estuvieron abiertas a estudiar una colaboración mutua— lo que ayudaría también a salir a la calle.
