Más de la mitad de las Fiestas Navideñas transcurridas. Nos queda la fiesta grande de los Niños –y de quienes se sienten niños–, los Reyes que, pese a los ataques que reciben por muchos sitios empeñados en arrancarles de estas fiestas, como tratan de arrancar tantas cosas, siguen pujantes, como vamos a poder comprobar en la tarde del lunes, en la noche del martes, en las caras de mayores y chicos, cuando reciban, en privado casi, especial para ellos, las visitas de Sus Majestades, en residencias, en las calles de la Ciudad. Quedan, pues, horas festivas cargadas de ilusión en las que todos los esfuerzos que se hagan estarán más que justificados. Insistimos: los vamos a poder comprobar ya mismo.
Deben ser el colofón a unos grandes días como los que estamos viviendo, con tiempo soleado impropio de estas fechas, o con nubes y lloviznas más propias de ellas. Y se ha notado animación en las calles a todas las horas, prácticamente, del día. Del atardecer y de la noche. Satisfacción en muchos comercios por cómo se han desarrollado las compras navideñas, suponiendo un respiro para ellos que tampoco viene mal.
La Lotería, por desgracia, sigue sin acordarse de Antequera… y eso que los cinco primeros premios “cayeron en Andalucía”. ¡Cuántas ilusiones, cuántas esperanzas puestas en los cánticos de las niñas y niños que nos iban sacando las bolitas mágicas del enorme bombo grande de los números y del mucho más pequeño de los premios! Casi tan grandes como las decepciones experimentadas cuando íbamos viendo que pasaban las horas y el “gordo” se quedaba cerquita de aquí, en Villanueva de la Concepción, llevados en un viaje de pensionistas y en esos alumnos del Colegio “María Inmaculada”. Poco para tantas ilusiones por mucho que nos alegremos de unos y otros.
Aprovechemos estas horas próximas pues nos esperan horas complicadas en muchos sentidos. La Política a nivel nacional está en el aire, pues tras la victoria nacional del PP y el segundo puesto del PSOE, han aparecido multitud de grupos antes desconocidos, que hoy ocupan buena parte de los asientos del Congreso, con ideas “normales” en alguno y disparatadas en la mayoría, ante lo que muchos españoles esperan un gesto de generosidad y oportunidad, de lógica para tomar con pulso firme la dirección de la política nacional en estas horas más que delicadas, con grupos anti-sistema “atacando” desde dentro incluso. Y no digamos del panorama regional, con el señor Mas empeñado en seguir como sea, y como sea, es… como sea.
Por eso, vamos a apurar estas horas felices que se van pronto, por desgracia, para arrojarnos en brazos de las discusiones, de los egoísmos, de las intrigas que restan por venir. Que los Reyes se porten bien con todos, que 2016 les traiga todo lo que anhelan. ¡Suerte a todos y que sea leve la cosa!
