Y tras la procesión de este sábado 21 de mayo, ¿qué pasa con el Señor de Antequera? La respuesta la tiene su párroco, el padre Tomás Pérez Juncosa, quien promueve la misa dominical de las 12 del mediodía en San Juan, donde tras celebrar la Eucaristía, los fieles se trasladan a la Capilla del Señor para venerarle, rezarle y besarle los pies.
Destaca que tiene la suerte “de contar en San Juan con dos cofradías, la del Cristo de la Salud y de las Aguas y la del Socorro, que llevan el peso de la Parroquia. Ellos se encargan de todo, y eso te lleva a tener una labor más fácil y ocuparte de centrarte en la Eucaristía, que debe ser nuestro fin en nuestras devociones y forma de vida”.
El miércoles 18 de mayo, terminó la segunda novena al Señor y la presidió el padre Tomás. Minutos antes nos atiende en la sacristía del templo, donde con su palabra fácil, directa y profunda nos transmite cómo se vive todo el año ante el Señor de Antequera.
Tras cinco años en Antequera “me siento muy bien, es ya mi casa”. Tiene claro que un sacerdote cuando empieza en un destino debe saber que está de paso y debe estar con el pueblo: “Hay que saber querer a la gente y la tradición y no venir con ideas preconcebidas y querer cambiarlas a tu gusto. Los curas debemos saber adaptarnos adonde venimos”.
Entre San Miguel y San Juan, vive toda la semana para su feligresía, dejando los lunes para Málaga, donde viven dos hermanos suyos. Así, los martes, jueves y sábados está en su labor parroquial en San Miguel, y los miércoles, viernes y domingo en San Juan.
El Cristo de la Salud y de las Aguas lo es todo en San Juan: “Al estar aquí, todas las catequesis, toda actividad parroquial, la empezamos en la Capilla del Señor”. Una imagen que mantiene viva y abierta la Parroquia: “Si no fuera por el Señor de la Salud y de las Aguas, a lo mejor la iglesia no sería parroquia. El barrio es pequeño en población y El Señor mantiene la Parroquia abierta”.
Devoción al Patrón más allá del mes de mayo
El Párroco reconoce que quizá el fervor se enciende en mayo, pero que se propone, como capellán, mantenerlo vivo todo el año, algo que deben de buscar los devotos a cualquier imagen: “Durante el año tenemos muchas actividades, como el Triduo de las Ánimas, una reunión mensual de la Hermandad, pero sobre todo, la misa de los domingos”.
Se propuso dar un ‘giro’ a las misas en la Parroquia y ante el Señor: “Los domingos, tras la misa, nos pasamos por la Capilla del Señor, lo que hace que vayan los niños, las personas mayores”.
Es el culmen a una semana de súplicas y gracias: “El Señor es como lo llamo, es lo que la tradición del pueblo ha plasmado a lo largo de los siglos. Yo lo veo y le rezo porque está en la Capilla del Santísimo. Es como me dijeron hace poco que El Señor se convierte en un signo visible de lo que hay más abajo, la Eucaristía”.
Todo dentro de una unión comunitaria: “Nosotros somos la Parroquia, la Hermandad y el Señor, las tres cosas están unidas”.
El Corpus Chico por el Barrio de San Juan
Dentro de su espíritu de avivar la fe al Santísimo, desde el año pasado fomenta el Corpus Chico en la Octava del Corpus el domingo posterior. Así, para este año, planifica ya su desarrollo.
“Este año vamos a salir por la puerta lateral, recorremos la calle del Henchidero, subiremos por Palomos, bajaremos y entraremos por la plaza. Además, hemos invitado a la Cofradía del Socorro a participar, ya que está dentro de la comunidad parroquial de San Juan”.
Conocer la historia de las imágenes devocionales
El sacerdote destaca la devoción que existe en Antequera a las imágenes, pero cree que habría que profundizar en su historia. “Tenemos mucha devoción a las imágenes, pero desconocemos su historia”.
“Es por ejemplo de cómo se le puso el nombre de las Aguas por las rogativas, de la Salud por las epidemias al ser protector de la Puerta de Málaga o de las Ánimas al encargarse la Hermandad de los enterramientos”.
Es el arraigo de siglos de devoción. Destaca que este año ha visto a más gente en las novenas: “El Señor nunca se queda solo y este año, con la semana de lluvia y viento, siempre ha habido gente, incluso más que otras novenas”.
Para ello “debemos profundizar en que no sólo sea mayo, sino todo los meses del año”. Para ello insiste en el objetivo de cada cristiano y devoto: “La Eucaristía de los domingos es nuestro camino, vemos que está ayudando semana a semana, ver a más devotos de mayo, venir por San Juan cada domingo”.
https://www.youtube.com/watch?v=z5OgEuGy4qk
Las visitas al Señor
Pese a abrir tres días a la semana y tener una ventana con la que se puede ver todo el año, muchas veces tienen que abrir a gente que viene de fuera. Entre las anécdotas devocionales: “Muchas, muchas te podría contar, me llama la atención de la gente que viene de Barcelona, de Bilbao, o del extranjero, y te pide visitar al Señor. Te llama y te dicen que vienen de fuera, y buscas cómo abrirle”.
Ante la procesión de este sábado, destaca que “hay mucha gente, pero también falta mucha gente, gente que tienen que redescubrir su fe. Hay muchos alumbrando, pero falta más gente y gente de Iglesia”.
Para sumar más fieles en la procesión con más alumbrado: “Con trabajo continuo y lento se conseguirá más. Oficialmente está toda Antequera, y es verdad, pero dices falta más gente que debe estar”.
Amplía ese conocimiento y acompañamiento a las patronas: “También habría que redescubrirlo con la Virgen de Los Remedios y Santa Eufemia. Hay gente, pero falta gente…”.
Para sumar más fieles en la procesión con más alumbrado: “Con trabajo continuo y lento se conseguirá más. Oficialmente está toda Antequera, y es verdad, pero dices falta más gente que debe estar”.
Amplía ese conocimiento y acompañamiento a las patronas: “También habría que redescubrirlo con la Virgen de Los Remedios y Santa Eufemia. Hay gente, pero falta gente…”.
Los niños atraen a los padres a misa
En sus misas, los niños son llamados por él para estar lo más cerca del Altar. Son nuevos tiempos donde “antes se decía que los padres traían a los niños a la misa, pero hoy es al contrario, los niños son los que traen a los padres a misa”.
Para concluir la entrevista, le pedimos que nos diga qué quiere transmitir una vez concluya la procesión de esta sábado: “Esto no se acaba, se continúa, no es para un fin de semana ni una procesión, ni para los 18 días de la novena. El Señor está presente todo el año, en su Capilla, pero por supuesto, en la Eucaristía”.
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