Realmente el sarcoma de Kaposi es un tumor canceroso que se produce en el tejido conectivo, este tejido es el que cohesiona y sostiene los órganos vitales y otras estructuras del cuerpo. De esta manera, el sarcoma de Kaposi puede afectar a la piel, los ligamentos, el tejido adiposo y otras zonas del cuerpo.
El Sarcoma de Kaposi tiene especial relevancia en personas inmunodeprimidas, es decir, en personas que presentan un sistema inmune muy deficitario. Éste es el caso por ejemplo de los pacientes trasplantados o los enfermos de Sida. El Sarcoma de Kaposi tiene una evolución muy diferente en función de que el paciente sea inmunodeprimido o no. En pacientes inmunodeprimidos el sarcoma de Kaposi puede tener un desarrollo muy rápido, puede afectar a órganos como los pulmones, el tubo digestivo, los huesos e incluso llegar a los ganglios linfáticos y ser mortal.
No debemos de olvidar que en definitiva estamos hablando de un tumor canceroso maligno. Se sabe que en el caso de los pacientes de Sida el sarcoma de Kaposi se produce al interaccionar el VIH con otros virus como el virus del herpes. De manera bien distinta, en el caso de pacientes que no estén inmunodeprimidos el Sarcoma de Kaposi tiene una evolución lenta, normalmente aparece en personas de edad avanzada en la piel y no suele propagarse a otras localizaciones.
El principal síntoma que produce el sarcoma de Kaposi son unas placas indoloras de color azulado, rojizo, casi violáceo muy características que aparecen en diferentes localizaciones de la piel. En realidad el tejido que está afectado son los vasos sanguíneos que están debajo de cada lesión. Para el diagnóstico se utilizan diferentes pruebas en función de donde se observen las lesiones, de esta manera se realiza biopsia de la piel, Tac y endoscopia entre otras pruebas. Lógicamente el tratamiento utiliza radioterapia y quimioterapia al igual que ocurre con otros tipos de cáncer.
Para terminar, quiero aclarar que entre el hiper y el hipo se encuentra realmente el verdadero equilibrio.
