Jaime Vargas Báez (Antequera, 1 de agosto de 2006) es uno de las jóvenes promesas del equipo de fútbol sala base, Atlético Dolmen Futsal. A pesar de su corta edad, el antequerano ya deja destellos de su calidad en cada minuto que juega sobre la pista del Fernando Argüelles, ocupando en el equipo la demarcación de pivote. En la actualidad, juega sus partidos en la categoría infantil y tiene como objetivo “ser futbolista”, para recalar en un equipo de Primera División.
El amor por el fútbol y las ganas de llegar a convertirse en jugador profesional algún día, han hecho que Jaime Vargas, un joven chaval de tan solo once años de edad, cambiase el balonmano por el fútbol sala. “Antes de jugar al fútbol sala, Jaime jugaba al balonmano, de hecho cuando estaba apuntado quedó segundo en unas pruebas de habilidad que se hicieron”, cuenta la madre de Jaime, que acompaña a su hijo durante la entrevista.
Jaime compagina sus estudios de Sexto de Primaria en el Colegio María Inmaculada con los entrenamientos que realiza dos días en semana en el Pabellón Fernando Argüelles con el equipo infantil de fútbol sala base, el Atlético Antequera Dolmen Futsal. Sobre el parqué ocupa la posición de pivote o central y luce sobre su espalda el dorsal número 9.
“Desde chiquitito su sueño es ser futbolista a toda costa”, según su madre, quien revela que es tal la admiración que siente hacia el deporte del balompié que “en el colegio, cuando le mandan ejercicios, si hay que poner algún ejemplo lo hace de fútbol, si la redacción es de inglés y el tema es libre lo hace de fútbol”.
Cuando le preguntamos por su referente, Jaime como aficionado culé que es, lo tiene bien claro: “Me gusta mucho Messi”, afirma. Sorprendentemente, aunque bien es cierto que tiene ídolos en el mundo del fútbol sala, como son el jugador portugués, Ricardinho, varias veces galardonado con el premio a mejor jugador del mundo, o el equipo Inter Movistar, Jaime se posiciona por el astro argentino.
Sin embargo, entre parqué o césped se decanta por lo primero: “Me gusta mucho el fútbol once, pero probé un año el fútbol siete y no me gustó”, cuenta Jaime. “Decidí cambiarme al fútbol sala porque me gusta más como deporte por su técnica y la táctica”, balbucea Jaime, un poco cohibido por la grabadora. Pese a ello, reconoce que en realidad decidió apuntarse a fútbol sala por sus padres.
“Deberíamos ir mejor en la clasificación”
En lo deportivo, el infantil del Atlético Antequera Dolmen Futsal, ocupa la séptima plaza, más o menos en mitad de la tabla. Posición con la que Jaime no está conforme: “Deberíamos ir mejor, nos desconcentramos cuando vamos ganando y nos acaban remontando”, resalta el antequerano.
“Nuestro entrenador Raúl nos dice que no debemos confiarnos y que hay que seguir igual todo el partido”, amplía Jaime. En lo personal, el joven jugador asegura que puede ‘mejorar’ y aunque no sabe todavía lo que va a estudiar en un futuro, sí tiene muy claro que quiere ser futbolista, y porqué no, “jugar algún día en la Selección Española”.
Por el momento, Jaime seguirá creciendo como deportista y persona jugando en el equipo de su tierra, con el que espera poder clasificarse esta temporada para disputar la Copa de Andalucía.
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