Estamos preparando el Especial del Centenario de El Sol de Antequera, lo que nos lleva a refrescar las noticias que fueron, hicieron y marcan la Historia de Antequera. Entre tanto, vemos mensajes en las redes sociales de las diferentes fuerzas políticas o analizamos el recién formado consejo asesor de los Dólmenes.
En el primer caso, uno se pregunta: ¿qué pensarían los hijos de José María Fernández o los de José Antonio Muñoz Rojas cuando ven esas polémicas fotografías con banderas y pancartas como si ellos las llevaran? Desde el respeto, nos parece falta de sentido común, de consideración, utilizar un monumento, un recuerdo, una placa, y más a una persona que está muerta y no puede defenderse, como son ambos casos, sea para el tema que sea.
Estamos seguros que quienes posan con señas reivindicativas no han caído en la cuenta, pero el testimonio fotográfico queda ahí plasmado. Hablar de República, de Dictadura de Franco hoy en día, creemos que puede desviar la atención de los problemas reales de nuestra sociedad, precisamente, del de las pensiones, que son el objeto presumible de las reivindicaciones.
Pero de lo negativo, nos quedamos con lo positivo. ¿No pueden todos nuestros 21 concejales, ponerse de acuerdo de una vez para los temas que repercuten a los antequeranos? Si el problema es el de las pensiones –¡que se lo digan a los autónomos que se han quedado con menos de 800 euros tras toda una vida trabajando!–, que nuestros señores diputados nacionales, busquen soluciones en Madrid, que sueldo y tiempo tendrán para buscar entre todos una solución. Y si hay que quitar representantes u organismos para subir las pensiones, que lo hagan.
Si el problema es que no tenemos ambulancias, vamos todos unidos, como ya se hizo contra el Terrorismo, contra no tener un Hospital Comarcal, y vayamos todos juntos a pedirlo a donde haga falta, sin diferencias de partido, y solo con la bandera de Antequera como guía. Sea el problema que sea, echamos en falta ese consenso, o como más de una vez hemos dicho desde estas páginas desde 1918, lo más importante es Antequera y nada más, pero nada menos.
Tras estar en el Debate del Estado de la Ciudad. ¿Hubo propuestas, o solo críticas al oponente? Las administraciones están politizadas. Un ejemplo, ayer mismo. Se forma un consejo asesor de los Dólmenes y… ¿el representante de todos los antequeranos dónde estaba sentado?
El siglo XXI, esta democracia, no tiene unas administraciones públicas, sino políticas, donde mandan los colores de las siglas, del partido minoritario que te da el poder… pero desgraciadamente, ya no impera ni el sentido común, ni la sensatez ni los ciudadanos. Así que, pónganse la bandera que quieran, cuando quieran y como quieran, bésenla, muéstrenla, adórenla… pero no utilicen a personajes de la Historia de Antequera por su interés político. Y ¡luchen, trabajen por el bien de los que le votaron y no por el de sus siglas e ideas!