La enfermedad de Lyme es una infección producida por Borrelia burgdorfeli, esta bacteria espiroqueta se encuentra en algunos tipos de garrapatas. Realmente la bacteria es la que infecta a las garrapatas, si una garrapata infectada pica a una persona existe gran probabilidad de que le trasmita la enfermedad de Lyme.
En un principio la enfermedad de Lyme produce unos síntomas muy poco específicos: dolor muscular y en las articulaciones, fiebre, nauseas, dolor de cabeza, escalofríos y rigidez cervical. Estos síntomas pueden comenzar semanas después de que realmente se produzca la infección. Hay ocasiones en las que se presenta una mancha roja muy característica en el lugar de la picadura, lo cual ayuda mucho con el diagnóstico.
Al igual que ocurre en el caso de otras infecciones, primeramente la bacteria se queda en el lugar de la picadura para posteriormente diseminarse por todo el organismo. Si no hay tratamiento pueden producirse otros síntomas tales como parálisis de los músculos de la cara, dificultad para respirar, trastornos de memoria o de visión y arritmias cardíacas. En estos casos la enfermedad puede durar años.
El diagnóstico parte de la sintomatología y se confirma con un análisis de sangre que ponga de manifiesto la presencia de anticuerpos contra esta bacteria. El tratamiento farmacológico utiliza antibióticos, son de elección cefuroxima, ceftriaxona y doxiciclina. La prevención de la enfermedad de Lyme pasa por evitar el contacto directo con garrapatas vivas, así por ejemplo es recomendable utilizar pantalones largos cuando se camina por el campo sobre todo en verano, mantener nuestras mascotas domésticas en buen estado o extremar la higiene en actividades como puede ser la jardinería.
Hoy para terminar quiero mostrar todo mi apoyo a aquellos pacientes que presentan muy mal pronóstico y también a sus familias, mi ayuda y vocación de servicio les acompañarán para siempre.