Destacar en deportes minoritarios no es una tarea fácil. Si a esto le añades que tu disciplina deportiva es el balonmano playa y eres de Antequera, la mezcla es cuanto menos compleja. Sin embargo, nada es imposible si te lo propones y no cesas en tu lucha por conseguirlo.Ése es el ‘leitmotiv’ de Álvaro Rodríguez, un antequerano que está ganándolo todo en el balonmano playa.
Reconoce que no se esperaba que le fueran tan bien, ya que empezó a jugar casi sin querer y aprendiendo las normas sobre la marcha: “Fui convocado con la selección malagueña de balonmano pista y algunos compañeros hicimos buena amistad. Así, hicimos un equipo de balonmano playa para vernos en verano. Lo tenía como un hobby para el verano, para huir del calor de Antequera, mantener el contacto con los amigos… luego la cosa se puso más seria”.
Rodríguez tenía por aquel entonces 12 años y una progresión en esta disciplina sin límites. “Al siguiente año nos fichó el Alcalá de Madrid, que era muy potente y nos quería como la base. Estuvimos dos años allí, luego volvimos a estar por nuestra cuenta y hacer tres años llegamos al Pinturas Andalucía Sevilla”.
“El ‘Europeo’ ha sido mi mejor experiencia”
Precisamente con el conjunto sevillano es donde ha conseguido sus mayores logros, ganando Ránkings, Campeonatos de España y Europa, posicionándose junto a sus compañeros en la cima del balonmano playa: “Este año nos clasificamos para el Europeo, que se celebró en Polonia, y lo ganamos. No lo esperábamos. Es la mayor experiencia de mi vida. Era todo muy profesional, concentrados al cien por cien, un viaje alucinante”.
A pesar de estar en el mejor equipo de Europa, Rodríguez admite que se trata de un deporte que aún no genera suficientes beneficios como para que los jugadores vivan de ello: “No cobramos nada. Los patrocinadores y las instituciones ponen dinero, pero da para pagar los viajes, comidas, alojamiento. Ahora no nos cuesta dinero, pero tampoco ganamos”.
Álvaro Rodríguez fue reconocido por su buen papel en este deporte en la Gala del Deporte de Antequera de este 2018, celebrada en julio, algo que recuerda con mucho cariño: “Es un orgullo que tu ciudad te reconozca y más en un deporte que no tiene tanta repercusión”. En este sentido, Álvaro aboga por que la ciudad comience algo en esta disciplina: “Ojalá surgiera un club de balonmano playa. A la gente le gustó con el campeonato que se disputó aquí y puede ser otra salida”.
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