Una de las grandes herramientas de los últimos tiempos fue con la aparición de Internet que nos llevó primero a las páginas web y luego al desarrollo de las redes sociales y el whatsapp. La vida son modas y tendencias, y nos gusta la novedad, pero no podemos olvidar lo que ya funcionaba.
Es como la Prensa, navegando entre el papel, la edición digital y las redes sociales. Con tanta oferta, cada vez nos volvemos más cómodos y queremos tenerlo todo hecho. Nos quedamos en el titular y en el mensaje en la red social y no nos atrevemos ya ni a pinchar en el enlace.
Si hasta que aparecieron Twitter o Facebook, nos costaba leer periódicos y revistas, así como escuchar la radio o ver la televisión… ¿se imaginan ahora con tanta red social propia que es como si cada persona u organismo tuviera su propio medio de comunicación, en la mayoría de las veces dejándose llevar por las opiniones?
Consideramos que todo será adaptarse a los tiempos. Ya “Tuenti” dejó de estar en los ordenadores y móviles, por lo que se supone que las actuales tendrán sus cambios.Ahora le toca a la televisión, donde ya no son las licencias el problema, ni las páginas piratas, ya las propias productoras crean sus plataformas. Disney es la última que va a cambiar el mercado.
Si esto pasa en el mundo, lo mismo ocurre en Antequera, pero a escala local. Nos creemos, todos, que por poner un mensaje en nuestro Facebook o Twitter, se va a enterar toda la población.Somos quienes insisten en que no es así y que se debería, por una parte, de aunar la agenda de actos a través del Ayuntamiento para no saturar días; y seguir mandando una carta por escrito, un correo electrónico o como esfuerzo mínimo, un mensaje por whatsapp para informar de cualquier actividad.
La Comunicación es vital hoy en nuestras vidas. ¿Cuántas horas pasa conectado o mirando el móvil? Pero vemos una confusión que cada día se hace más evidente.Por un lado, al igual que los medios de comunicación están legislados y tienen derechos y obligaciones como la libertad de expresión, el secreto profesional o el derecho de rectificación… ¿para cuándo una regulación de las redes sociales?
Cualquiera puede inventarse un perfil en una red social y ponerse a inventar, calumniar o cuestionar lo que le parezca en gana. Más impedimentos se pone hoy a un profesional de la Comunicación, que a un individuo que coja un móvil y se ponga a compartir fotografías o vídeos.
Por eso, hay que seguir manteniendo el proceso tradicional de utilizar cartelería, de invitaciones, cartas o anuncios en Prensa, porque no todo el mundo tiene Twitter o Facebook y estamos dejando olvidada a una gran parte de la población.
Como pasa en valores y hábitos de la vida, nos dejamos llevar por lo nuevo, pero olvidamos lo antiguo. Es como en más de una ocasión hemos comparado, es como empezar la casa por el tejado, pero sin poner los cimientos. Seguro que pronto, en todos los ámbitos se vuelve a empezar por el principio, sin dejar las novedosas formas.
