A finales de 2019, Carmen María Morales (Antequera, 28 de junio de 1975) cumplía uno de sus sueños, uno que tenía aparcado y que nada tiene que ver con su profesión, Administración de Empresas: publicar su primera novela, ‘La realidad tiene un cuarto oscuro’.
Hablamos con ella sobre esta historia y explica cómo surgió la idea de esta publicación: “Siempre me ha gustado la lectura y la escritura desde el Colegio. Esto era un hobby para mí. Hace 10 años en mis ratos libres empecé a escribir relatos sin ninguna pretensión, para evadirme de los problemas del día a día. Cuando vi lo que había escrito me di cuenta de que podía salir una historia interesante. Me decía que aquello era para mi solo, pero lo di a conocer a mi familia y me dijeron que era interesante”.
Tras esta primera criba personal, se replanteó lo que tenía por delante: “Empecé a pulirlo y darle la estructura a la trama. Y pensé si lo había pasado también escribiéndolo, por qué no darlo a conocer a otra gente para que también lo disfrute”.
La decisión de publicarlo fue valiente y sin miedo envió su obra a tres editoriales: “Las tres me dieron una valoración muy buena y me decanté por publicar con el Grupo Penguin Random House, dentro de Caligrama que es una firma de este Grupo que se dedica a la autoedición. He cumplido el sueño de toda mi vida”.
De dónde llega la inspiración
Carmen nos confiesa que siempre le gustó escuchar a los mayores: “Pertenezco al entorno rural de Antequera, siempre me han contado ideas de aquí y de allí, muchas leyendas, creencias, supersticiones… Aunque todo es inventado en la novela”.
En esta historia sus protagonistas Luis y Elena, esconden algunos secretos que los llevarán a vivir cosas extraordinarias y a llegar a conocer a una organización religiosa muy reservada que mueve los hilos de la sociedad. En esta historia nada parece imposible. Aquellos que la han leído la califican de mágica: “Es una historia que te engancha, pretendía que el lector sintiera un montón de cosas, amor, miedo, tristeza, incluso un poco de comedia… De todo”.
Una mezcla que carga de acción a una novela que pocas veces leemos en escritores antequeranos: “Sabía que mi trabajo era arriesgado, un tipo de historia tan al filo de lo imposible que no se había hecho antes en Antequera. Soy muy cinéfila, la novela negra me gusta mucho y también soy muy incrédula. He desarrollado lo que salía de mi imaginación, sin pensar en si era posible o no”.
Pero esta obra no ha acabado: “En agosto de 2019 empecé la segunda parte, porque esta historia la podía haber alargado. Pero vamos poco a poco, tengo el trabajo, mis hijos, la casa, Ahí vamos, lo que más necesito es tiempo”.
Anima a otros autores a lanzarse a publicar
Tras conocerla y hablarmos de sus pasos para conseguir publicar su libro, nos confiesa que quizá antes, no se habría atrevido a hacerlo: “Pero ahora sí”.Y se muestra contundente en lo que ella encuentra a la hora de escribir: “Es vida, me hace vibrar, me hace soñar, me hace vivir”.
Con ese sentimiento anima a otros a que den ese paso de hacer público sus escritos: “Cada persona nace con unas cualidades, unas capacidades, pero la vida te va llevando por caminos que tú no eliges. Pero la verdad es que todos tenemos unas capacidades, y es importantísimo fomentar estas capacidades. Hay que luchar por los sueños de uno, hay que trabajarlo y luchar por ellos”.