El 2020 nos ha dado la lección por la que las personas lo pueden todo. Las administraciones en general deberían de aprender su forma de afrontar el día a día y llenar de esperanza este 2021.
Desde marzo hemos vivido dos realidades: la que los poderes políticos nos dictaban desde los medios de comunicación tradicionales y sus redes sociales; y la de a pie de calle, la del vecino, el amigo, el familiar, el comerciante, el médico, el enfermero, el autónomo… Seguimos con las dos Españas.
Hay que confiar más en las personas y los profesionales. Queremos la verdad, aunque sea dolorosa. Y que no nos mientan, porque es fácil de saber lo que pasa en la calle y encima ver como todos, unos y otros, nos mienten.Nos viene a la mente ese meme en el que en un futuro examen preguntan sobre las medidas y restricciones por comunidades autónomas en esta pandemia. ¿Tan complicado es ponerse de acuerdo en algo alguna vez además de lo que cobran por representarnos?
El 2021 tiene que ser un cambio total, debemos de aprender del 2020 y de los más pequeños y mayores. Al final, los colegios están siendo de los sitios más seguros. Y como al principio, los que más pierden son los abuelos.
¿Han visto a niños sin mascarilla en clase? ¿O a abuelos quejarse por ser los más damnificados de la pandemia? Pues hay que aplicarse sus situaciones y poner cada uno de su parte.
Si no se sabe cómo afrontar una pandemia o nos equivocamos, se reconoce y punto. Más se valoraría la labor de quienes nos dirigen. El que está en Madrid, Sevilla, Málaga o Antequera, no lleva la bandera de un partido político: es el que representa a todos, lo hayan o no votado.Antes se decía que no solo es necesario ser bueno, sino parecerlo. Pues ahora no solo tienes que ser del partido que gana, sino parecerlo. Mientras, muertes, contagios y dejar a un lado las otras pandemias: el corazón, el alzheimer, el cáncer…
Pero estamos en puertas de Reyes Magos. ¡Ya seguiremos hablando de política! Nos toca tener ilusión, pero ante el 5 y 6 de enero y todo el año. ¡No hay dinero que haga falta para sacar una sonrisa!
Pudimos estar con los Reyes Magos, no se nos pudo impedimento alguno. Los llamamos magos, pero son como nosotros. Tienen su vida, sentimientos, corazón y problemas.La vida tarda y necesita de tiempo y circunstancias para venir… pero se puede ir en segundos. Hay que dejar los rencores, odios, creerse un dios… porque el alma se va sin más por mucho que uno se crea.
Que Melchor, Gaspar y Baltasar sean ejemplo de lo que tenemos que ser en la vida y más en este 2021. Bajarnos de las nubes, de los tronos, acercarnos al pueblo, al que lo necesita. Y dejar los malos pensamientos, juicios, prejuicios y temas personales para nuestras casas, vidas y no para los puestos o sitios en los que desempeñamos nuestra misión.
El tiempo nos pondrá a cada uno en su sitio. No lo perdamos. ¡Por un 2021 con mucha esperanza y donde prime el sentido común!
