La Residencia de San Juan de Dios decía adiós este martes 1 de febrero a don Francisco Ávila Muñoz, quien con 95 años, se despedía de su familia, sus amigos y ponía rumbo al Cielo, donde le aguardaba su hermana Carmen, con la que compartió toda su vida.
Trabajó en el Banco Central durante su vida profesional, socio que fue honorífico del Casino. Vivió toda la vida junto a su hermana Meli, quien nos dejaba hace un año. Sus amigos le recuerdan como un ser adorable, bonachón, simpático, desprendido, generoso, alegre, siempre con una sonrisa y de muy buen carácter. Tenía avidez de conocimiento, siempre estaba preguntado por todo.
Quienes viven o suelen pasar por la encrucijada de caminos de Madre de Dios, recordarán a estos dos hermanos, los Ávila Muñoz, que llamaban la atención por lo elegante que vestían y por sus modales en forma de saludo. Decidieron trasladarse a la Residencia de San Juan de Dios, donde han vivido sus últimos años. Casi un año después, Francisco marcha junto a Carmen, de nuevo juntos, esta vez para la eternidad. Su sonrisa siempre estará presente cuando veamos a alguien tan caballero como era don Francisco.