De refranes vivió Castilla y de Castilla era Pedro I el Cruel, reencarnado en la figura de nuestro presidente, Pedro Sánchez, a quien lo que no lo ha matado lo acabó engordando. Sánchez va a pasar a la historia por Pedro I el Justiciero para sus muchos seguidores y palmeros, y para los de Vox y Populares por el Cruel.
Sánchez va encajando una victoria tras otra pues tiene el control sobre los medios, apesebrados al bloque que gusta de la vidorra fácil y se esfuerza diariamente en una continua entrega con los asesinos de ETA cerca de sus casas para que puedan volver a sentirse como ellos quieren y se han sentido siempre, impunes. Podía quedarle Cataluña, pero los del J x Cat han salido como el rosario de la Aurora y ha dejado a los de ERC con el control absoluto, con las manos limpias para promover y volver a clamar por la independencia, por el asalto al Estado. Nunca segundas partes fueron buenas y en Cataluña el independentismo empieza a hacer aguas. Pere Aragonés, no esta a la altura ni se le espera; es de los que no dan la talla. Pedro Sánchez, nuestro actual Pedro I, tiene de nuevo el control.
No va de suyo que tiremos por la borda a nuestro presidente del gobierno. Dice él que un país digno, que presume de democracia, no debiera abuchear a su presidente. Ahora bien, su llegada tardía al desfile militar, con actitudes andantes de macarra de bolera, no tienen justificación por más que quieran darla sus más acérrimos seguidores.
El anuncio de la subida de las pensiones con un clarísimo afán electoralista lo encubre bajo el eslogan de la dignidad de las pensiones; la despoblación (a la que no han hecho caso ninguno de nuestros gobernantes) la envuelve con empleos dignos y servicios de calidad y la crisis energética, que se prorroga por no sacar rédito a las centrales nucleares y la energía solar por poner solo dos ejemplos, la tapiza con una inyección de 3.000 millones.
Sánchez no va a descansar nunca para no perder la poltrona y todo lo que a ella rodea. ¡Bastante ha aguantado Lesmes! Sus apariciones en público, con continuos paquetes de medidas, tienen la misma validez que las encuestas del CIS de Tezanos. Pero la España que vive de la subvención ve continuos globos sondas en palabras del presidente. Y ante los globos sondas el ignorante y desconcertado se siente feliz.
Sánchez nunca ha cuidado la educación y el respeto, no es algo que se exija, pero por el contrario se ha convertido en el vocero mayor de nuestra historia y por ello pagaremos un alto precio. Esperemos que cambie y se ponga a trabajar por y para nuestra juventud; el horizonte no está tan despejado.
