Si le hablamos de… Mona de Genshun Impact, Rapunzel, Deadpool, Mikasa de Attack On Titan, Shogun Raiden de Genshin Impact, Nezuko e Inosuke de Kimetsu no Yaiba, Vi y Víctor de Arcane, Yuna de Final Fantasy, Bonnie y Freddy de Five nights at Freddy’s, o Loid y Yor del Anime Spy x Family… obviamente a pocos les sonará de algo.
Pero si le exponemos que familias y jóvenes de Antequera disfrutaron el pasado fin de semana de una alternativa de ocio donde fueron por el reclamo de algo que sonaba a distinto, a lo que los jóvenes buscan en sus recorridos por redes sociales y ciudades, pero que nunca habían esperado hasta ahora tenerlo en Antequera, sí lo entenderán.
Hubo dos tipos de público: los que de diferentes localidades de Málaga habían venido para ver cómo iba la primera experiencia; y jóvenes y familias de Antequera que fueron en busca de aventura
.La primera sorpresa: el espacio. A falta de un auditorio o un palacio de congresos o ferias, el Centro de Atletismo “Sexto Centenario” puede ser una respuesta ante la carencia de espacios para actividades diversas.
Luego, con cautela, se iban acercando a las grandes pantallas con videojuegos de marcas como PlayStation. Xbox o Nintendo. Una oportunidad para jugar fuera de casa, del móvil o de la tele del salón.
Una de las sensaciones fue la sala de baile. Una pantalla, un juego y unos detectores de movimiento. Pedía la participación de los visitantes y ¡la que liaron durante los dos días! Un éxito que llevó a los organizadores a desmontar y dejar que bailaran por última vez quienes estaban en fila.
Sin complejo, con la ilusión de vivir una buena tarde con la amiga, la madre, el compañero… saltaban al ritmo que marcaba la pantalla para conseguir la máxima puntuación. Y ¡qué alegría cuando su nombre de quedaba en pantalla entre los mejores del día!
Junto al baile, la zona de juegos. Una oportunidad para competir viendo al oponente, situarse de pie y poder pasar un rato con ese juego, versión o pantalla que aún no ha llegado a casa. Una manera de poder hablar entre usuarios y dejar el móvil o el texto para comunicarse.
Seguimos con el recorrido y una tienda selecta de algunos productos. Obviamente no es la Comic-Con (Convención Internacional de Cómics de San Diego), pero por algo se empieza. Lo que hasta ahora había que buscar por Internet o en algún viaje, pone su primera piedra en Antequera.En ese túnel de juegos, la realidad aumentada. Unas gafas y dos mandos para sumergirse en un viaje de aventuras tan real, que hasta no se lo creían los que se atrevieron a cerrar los ojos por unos instantes.
Y en el plano más metido en su papel: las actuaciones con disfraces de personajes, desde la cultura de cómics y series japonesas, a las de los cuentos Disney. Bajo el “cosplay”, percibimos a varios jóvenes que se meten dentro del personaje, lo interpretan y reciben el aplauso de la gente.
Se terminó la primera feria, y mientras se organiza la segunda… ¿no se podría habilitar algún espacio permanente para este tipo de ocio? El reclamo no era el alcohol, ligar, hablar o escuchar música… esta vez era jugar. Se nos ocurren muchos espacios cerrados, desaprovechados, pero sobre todo, tantos jóvenes que no tienen donde ir, por la edad o por que no les atrae la oferta que hay ahora mismo en la ciudad. ¿Quién se atreve?
