El 28 de abril de 2004 se cerraba el templo de Madre de Dios. Así lo comunicaban las religiosas agustinas tras la misa de primera hora de la mañana de la que fuimos testigos, recogiendo el momento en el que una de las monjas cerraba la puerta de la iglesia.
Hoy, casi 19 años después, sigue cerrada y con un futuro incierto. Antes del cierre, las monjas habilitaron parte del convento que da a calle Chimeneas, como residencia femenina de estudiantes que no cuajó. Y en esa época, la Junta de Andalucía promovió la restauración de la fachada y torre, fruto del interés del edificio como se demuestra en ser nombrado Bien de Interés Cultural (BIC) con categoría de Monumento el 14 de noviembre de 2006.
El ser BIC protege y condiciona el nuevo uso del convento. Lo del templo está claro: se mantiene como espacio religioso o se le suman actividades turísticas o culturales.
Cuando las monjas se van, cada orden tiene su proceder. En este caso, las que estuvieron hasta el final en Madre de Dios, tendrían que dar su consentimiento para el destino del convento. De ahí surgen reuniones y conversaciones entre las monjas, abogados de ellas, con representantes del Ayuntamiento y de la propia Junta de Andalucía. Pero nunca se llegó a un acuerdo.
Se barajaron las opciones de venderlo para transformarse en un hotel o con uso hostelero. O de una residencia para personas mayores. Hubo ideas de uso público y privado. Desde el consistorio se le ofreció permutar el convento por terrenos en el Parque Empresarial. Se valoró incluso en 3,5 millones de euros.
Se pudo pedir dinero, algo que el Ayuntamiento no podía, por lo que optó lo de los terrenos, pero por entonces, el Parque Empresarial no se veía claro por las religiosas. Por cierto, ¡lo que costarían hoy esos terrenos junto a Mercadona, Ikea o Lumon!
Mientras, las religiosas se desplazan a la ciudad con furgonetas, según ellas con artículos de limpieza para limpiar el templo y el convento. Según vecinos, para llevarse imágenes y bienes muebles. Hasta que no se abra el templo no se sabrá si está todo o falta algo. Lo que sí se sabe es que dos puertas están hoy en la iglesia de San Agustín de Málaga o los San Agustín o Santa Mónica que había a ambos lados del altar, están hoy en Sevilla.
Como se esperaba que una vez se resuelva el destino del convento, se tenía que abrir la iglesia por parte del Obispado, hubo gestiones para que Madre de Dios fuera la sede de la Pro Hermandad del Rocío o de la Agrupación de Cofradías. También hubo órdenes como los Mínimos que intentaron regresar. Pero ninguna fraguó.
Se enquistó la relación entre ambas partes y fueron pasando los años. Llegó agosto de 2012 cuando con el cambio de gobierno municipal, se establece una reunión entre las partes donde se acercan posturas, pero han pasado once años y no hay novedad tangible.
Total. Que el convento lleva 19 años a oscuras y que podría ser sede de una residencia de mayores que falta hace. O sede de un hotel-restaurante en pleno centro histórico. Y que la iglesia, una maravilla del Barroco, podría ser esa sede propia de la Agrupación de Cofradías, donde el Resucitado podría tener sus cultos anuales, donde podrían realizar jornadas o hasta la Presentación del Cartel.
Ojalá estar de nuevo de actualidad haga que los organismos involucrados (monjas, Obispado, Ayuntamiento, Junta de Andalucía y el nuevo organismo que entre en ellos) se reúnan todos ellos y resuelvan cómo aprovechar un edificio emblemática en pleno centro de la ciudad. ¡Una solución por la madre de Dios!
