Ante la ausencia de los Padres Capuchinos en Antequera, lejos queda ya esta portada del 2 de febrero de 1964 en la que solicitaban ayuda a las familias antequeranas para poder sufragar los gastos de la ampliación y mejora de su convento.
Refleja la ayuda que precisaban para finalizar esta obra que iniciaron un año antes con un presupuesto de un millón de pesetas. Este convento llegó a atender en la guerra a más de un centenar de seminaristas, siendo en aquellos años su capacidad de hasta 60 alumnos. Como decimos muy lejano en el tiempo aquellos días y esa ayuda que en forma de sobres los frailes capuchinos fueron entregando casa por casa para conseguir donativos.