Durante todo el año 128 personas elaboran en hornos y obradores, dulces de recetas locales, donde destaca el bienmesabe. A ellos, entre agosto y octubre, se les suman 221 personas que trabajan para producir 5.725,5 toneladas para la venta desde Antequera de mantecados, polvorones, alfajores y roscos.
Cantidad prevista que supera los 321 de 2022, pero lejos de los 461 de 2021 y los 442 de 2020. Ante ello, las empresas que trabajan todo el año (Sancho Melero, Artesanías de Antequera, Torcadul y La Antequerana) tienen entre sus posibles nuevos objetivos, aumentar la campaña a los meses de enero y febrero donde el frío sí está presente en el día a día.
Entre las diferentes empresas, el líder es Sancho Melero con 3.100.000 kilos y 90 trabajadores. Ellos solos hacen más de la mitad de la fabricación de mantecados. A la venta en su despacho situado en su propia fábrica del Polígono Industrial en calle Río Guadalhorce, 14, se le suma su nueva web www.incoansl.com.
Disponen de una amplia red de distribución en cadenas de supermercados españoles, como Carrefour, Alcampo, Eroski, El Corte Inglés, Lidl y Aldi, así como en los referentes provinciales de cercanía como Maskom en Málaga, Covirán en Granada, Masymas en Jaén, Piedra en Córdoba, Más en Sevilla o Jamón en Huelva. Así como sus exportaciones por Europa, Asia y América.
Tras ellos, Delicias de Antequera, Artesanías de Antequera, La Antequerana, y Torcadul, tienen una gran presencia entre supermercados, distribución nacional, incluso por Europa. Todos ellos amplían cada vez más su red de alcance.
Antiguos Artesanos de Aguilera, La Perla y San Pancracio, por su menor producción, que no menor calidad por ello, se centran en su tienda en Antequera y venta personal por sus páginas web a cualquier parte.
En el día a día, Panadería-Confitería Santiago, Victoria de Aguilera, Belén, Las Descalzas y la Encarnación, que tienen una limitada producción que se consume en sus establecimientos o se las llevan de los tornos conventuales. Todas ellas crean en este final de año en un turismo del mantecado que va creando tendencia. La gente viene, desayuna, pasea, compra, almuerza y se maravilla de la ciudad. Hay quienes siguen con las costumbres de sus padres, quienes vienen por primera vez, quienes se enamoran al oler a canela, y dejarse sorprender por las nuevas recetas y apuestas de esta industria.
Los orígenes de la venta de mantecados
Su origen se remonta al siglo XVI por un excedente de cereales y manteca en Andalucía. Estepa y Antequera son los referentes en España. Como marcas propias “La Castaña”, hoy recuperada por Sancho Melero, que fue proveedora oficial de la Casa Real. Data de 1790 y que, desde 1881, abasteció a la Casa Real de Alfonso XII.
Ahora, en los últimos 40 años, se está experimentando el surgimiento de nuevas industrias y fábricas que potencian este postre típico. Los conventos mantienen la esencia de la elaboración a mano, artesanalmente realizados y que son muy buscados por su sabor. A ellos, la casa más antigua que se mantiene es La Antequerana, fundada en 1880 por Manuel Avilés Giráldez y que hoy el grupo San Roque Antequera ha transformado su antiguo horno en una cafetería-tienda en calle Merecillas y tiene en el Parque Empresarial su fábrica. A estos tres siglos de producción, hace 75 años se sumó el Grupo Sancho Melero.
Con todos ellos, la familia Aguilera forma una base de marcas que se suman a las de otras empresas que potencian este producto que busca ampliar su horizonte más allá de la Navidad. La venta por Internet ha multiplicado sus ventas. Unos mantecados que en esencia son de forma circular, con los ingredientes molidos en su interior.
Mientras que el polvorón, es más elíptico, y los frutos secos se fusionan enteros en la masa. Los alfajores tienen forma alargada y los roscos, redonda. A la canela, se le suman más sabores como los de coco, limón, piñón, pistacho, chocolate, avellanas, almendras, mantequilla, anacardos y los que estén por venir. Porque para gustos… sabores y de Antequera, que es lo que debe reinar en Navidad y todo el año como referentes.