domingo 29 septiembre 2024
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Elogio de una gran farmacia antequerana

Me refiero, en este caso, a la farmacia Franquelo “mi” farmacia, ya recordada en el número de 17 de septiembre del 2018 de “El Sol de Antequera”, con muchos detalles sobre las generaciones de Franquelos que han estado al cargo de ese establecimiento desde su inauguración en 1907. Yo aportaré aquí algunos datos suplementarios sobre “mi” farmacia…

El gran personaje, fundador de la farmacia, fue don José Franquelo, que solía reunir aquellas noches de verano en la puerta de la farmacia de calle Estepa, a todo el que quería escucharlo. Yo, muy niño entonces, era un asiduo de aquellas tertulias de las que tanto aprendía. Me imaginaba que nuestro sabio Ramón y Cajal debería ser como “nuestro” don José. Yo lo escuchaba extasiado. ¡Cuánto sabía y cuántas anécdotas contaba! A este sabio farmacéutico, contador de historias, don José, le sucedió su hijo don José, también farmacéutico, aunque menos hablador. Su otro hijo don Juan hizo sus estudios de Veterinaria.

Y siguió la farmacia andando con nuevas generaciones de farmacéuticos: Don José (otro don José más, Pepín) y don Pedro, ambos Franquelo. Con esta nueva generación de Franquelos entré en contacto antes; mi padre, convencido de mis dotes de buen enseñante, ofreció mis servicios de clases particulares de las asignaturas de Ciencias a aquellos aspirantes a estudiar farmacia. Tanto ellos como yo éramos estudiantes del bachillerato de entonces; yo, quizá un poco más sabihondo y, en algún curso superior. No lo debimos hacer mal y los dos hicieron sus estudios en la Facultad de Farmacia de Granada…

Y siguieron mis contactos con Pepín y Pedro, y sus respectivas familias; hicimos bastante amistad con Amparo –esposa de Pepín– en la época feliz de Fuentemora. Asistimos al “mazazo” que supuso su fallecimiento el día que tenía yo previsto viajar a Japón aquella Semana Santa de abril del 1992. Viví el renacer de aquella vida familiar: Pepín se recuperó poco a poco, en silencio, de la mano de su madre, la gran Margarita, los niños se fueron haciendo mayores y Marta, la gran y bella Marta Franquelo realizó con brillantez, y sin ayuda de nadie los estudios de la Licenciatura en Farmacia: otra Franquelo farmacéutica quien, según supe después, se ausentaba de Granada todos los miércoles tarde para hacerse cargo de sus hermanos pequeños, Javi y María, huérfanos prematuros de madre.
La farmacia Franquelo, hoy día, está regentada por Marta y sus primos hermanos, hijos de Pedro, Carmen y Pedrito, también farmacéuticos. Todos Franquelos. Los hermanos Pepín y Pedro, supieron retirarse a tiempo, dejando muy claro que la farmacia, con su cuarta generación de Franquelos seguiría siendo cobijo “de todo el que pasaba por allí”. (Siempre suelo informar a mis amigos Franquelo de mis contactos con la Facultad de Farmacia de la Universidad de Granada).

Recientemente di la conferencia inaugural del curso sobre investigación y desarrollo de fármacos en la citada facultad de Farmacia; estuve muy arropado por el Decano actual de la Facultad, así como la anterior Decana Ana del Moral catedrática de Farmacología, y amiga personal. En el preámbulo de mi conferencia fui invitado a tomar un café en la cafetería de la Facultad, por el Decano, y por Ana del Moral y otros profesores. ¿A quién descubrí por allí? A Blanca, hija de Marta Franquelo. La quinta generación de Franquelos farmacéuticos se deja ver… ¿Qué más puedo decir? Aún no he sabido si hay otra descendencia de más Franquelos pertenecientes a esta nueva generación…
No he querido hacer más largo este escrito sobre “mi” farmacia. Dejo atrás mis conversaciones largas con Pepín –y Amparo– sobre sus cuatro hijos, y con Pedro –y Carmen, también fallecida– sobre sus dos hijos. ¿Y qué decir de mis conversaciones con la gran Margarita? Pienso ya en la nueva generación de Franquelos farmacéuticos, representada por Blanquita, alumna en sus inicios de los estudios de Farmacia en Granada, y respetuosa como toda su familia en “participar” con los “grandes” de la Facultad que invitaban a tomar café a “uno que pasaba por allí” (Yo, en este caso). Creo que los Franquelos, con su farmacia, han dado mucho a Antequera desde que aquel viejo sabio, don José, quien ya en 1907 inició la andadura antequerana de la farmacia Franquelo.

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