El pasado 2 de mayo nos dejaba a los 81 años, don José Ontiveros Rubio, ejemplo de esos padres de familia que dedican su vida a su casa, a su mujer, a sus hijos, a su nieta… a sus amigos y a las pasiones de los jóvenes que crecieron en los complejos años 60 y 70.
Conocido por su trabajo en el Banco Hispano Americano, es fiel ejemplo de esos atentos profesionales que atendían cara a cara a los clientes que encontraban en él la solución a sus problemas. Como joven de época, fue cofrade, de Los Estudiantes y de “Abajo”. Participó en la fundación de los del Lunes Santo y fue amigo de ese grupo increíble que hizo surgir de las cenizas a los de Santo Domingo.
Pepe Ontiveros fue como tantos jóvenes, miembro de un grupo musical en aquellos años en los que The Beatles rompieron moldes. Fue vocalista de la Orquesta Copacabana, de aquellos tiempos de los guateques. Pero su gran pasión fue su mujer, María del Carmen Pedraza Pinto, con quien siempre ha ido a todos sitios. Ejemplo de amor, de unión, de entrega del uno al otro.
Que su recuerdo sea la energía para que ella siga con fuerza el día a día, como sus hijos, nuestros queridos primos José Andrés y Mari Carmen, y su nieta Patricia del Carmen, que cuando precisen sentirlo, tengan en El Torcal su forma de conectarse con el Cielo como él disfrutaba con su amigos más cercanos.