Mucho se ha hablado en el 2009 de la crisis general. Se respiran ganas de salir, y se van viendo muestras, como en la calle Cantareros. Desde finales del año pasado, se han abierto varios comercios que están transmitiendo una nueva forma de sobrevivir a la crisis. Así, primero fue «De Haza», luego «Malagueños», «D&S Parfum» y «Marpemac», todas junto a «Linde» y la siempre abierta «Marengo».
Entre ellas, nos llama la atención «De Haza», un pequeño establecimiento que ofrece unos productos muy sencillos, pero muy requeridos. Son patatas fritas y frutos secos. ¡Habrá cosa más elemental! Pues sí, pero la clave es Álvaro González Díez.
Es un joven madrileño de 29 años que se desplazó con su novia a Villanueva del Trabuco, porque ella montó una empresa textil. Y él, técnico de gestión comercial, quería desarrollar su experiencia en el sector de los frutos secos en Antequera.
Y así lo ha hecho, y conseguido, en apenas unos meses. Con lo frío que es comprar una bolsa de patatas, o de frutos secos, Álvaro consigue que te vayas cargado de ilusión, por la amabilidad que aflora, sus consejos, su buen gusto, su forma de tratar los aperitivos.
Si aún no lo conoce, pásese por allí, y verá qué trato recibe, sin que lo conozca. Es una forma de evadirse de la crispación general, a un precio módico, con productos del día a día.
